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Empieza el juicio contra Trump que decidirá el futuro de su imperio

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Trump, el lunes ante el tribunal de Manhattan.
Trump, el lunes ante el tribunal de Manhattan. BRENDAN MCDERMID | REUTERS

«Nadie está por encima de la ley», decía la fiscal general de Nueva York sobre el expresidente, que se enfrenta a sanciones de hasta 250 millones de dólares

02 oct 2023 . Actualizado a las 23:39 h.

«Es una estafa, una farsa», dijo el expresidente de EE.UU., Donald Trump, en breves declaraciones a los medios. Estaba en Nueva York y acababa de llegar al tribunal de Manhattan, donde se iba a jugar el futuro de su imperio inmobiliario.

La fiscal general de Nueva York, Letitia James, lo había acusado de fraude fiscal. Según ella, Trump y sus hijos habrían inflado el valor de sus propiedades en miles de millones de dólares para conseguir mejores condiciones de préstamos y seguros. La semana pasada, un fallo inesperado del juez Arthur Engoron determinó que, efectivamente, había habido fraude, pero todavía quedaba mucho por resolver.

¿Se venderían las propiedades más distintivas de Trump? ¿Esas que lo consolidaron como uno de los magnates inmobiliarios más famosos de la Gran Manzana? La alternativa era que fuesen transferidas a otra empresa, con una junta independiente sobre la que Trump no tuviese control. Además, estaban en el aire sanciones que podrían llegar hasta los 250 millones de dólares. No es de extrañar, pues, que el republicano acudiese personalmente a la cita. Su vínculo con la ciudad que lo creó pendía de un hilo.

«Gracias, Letitia James», coreaban los manifestantes frente al tribunal. En una ciudad demócrata como Nueva York, la mayoría estaban en contra del millonario. «Mi mensaje es simple», había dicho la fiscal. «No importa lo poderoso que seas. No importa cuánto dinero creas que puedes tener. Nadie está por encima de la ley».

Antes de entrar en la sala, Trump dejó claro que, desde su punto de vista, tanto James como Engoron tienen motivaciones políticas. Señaló que sus declaraciones financieras siempre incluyen un disclaimer (un descargo de responsabilidad): «Cuando las lean, no crean nada. Salgan y hagan su propia investigación». De esta manera socavaba la validez de sus propias declaraciones, una estrategia inusual que el político ya había usado más veces.

Trump cruzó la puerta con aire consternado, pasó junto a la fiscal —que se mantuvo mirando al frente— y tomó asiento. Minutos después, entró el juez Engoron y determinó que las cámaras no podrían pasar; solo permitió la entrada a unos pocos fotógrafos. «Está previsto que el juicio dure desde hoy hasta el 22 de diciembre», afirmó. «Escucharé el caso de lunes a jueves durante todo el día y los viernes por la mañana. Estamos listos para empezar». Y repasó los cargos contra el expresidente.

La defensa de Trump se basó en varios puntos:

  1. «He devuelto todos los préstamos, así que no hay caso». Pero la demanda es por fraude fiscal continuo, no por las víctimas, según la BBC.
  2. «Es un intento de perjudicarme en las elecciones». Pero la investigación del fraude comenzó hace cuatro años y medio, cuando se hicieron públicas las prácticas contables de la Organización Trump.
  3. «Había una cláusula de advertencia al comprador» en sus contratos, que los hacía inútiles. Sin embargo, en su fallo de la semana pasada, el juez dejó claro que las exenciones de responsabilidad de su firma (Mazars) no le quitan la culpa. En ellas se recoge que «Donald Trump es responsable de la elaboración y presentación justa de las declaraciones financieras».
  4. «El juez devaluó mis propiedades». Pero las valoraciones citadas por el juez procedían de tasadores.
  5. «En mis finanzas no estaba incluido el valor de mi marca». Pero el fallo señaló evidencias de que, entre el 2013 y el 2020, sus estados financieros sí incluían una prima de marca de entre el 15 % y el 20 %.

«Donald Trump ha hecho una fortuna teniendo razón en las inversiones inmobiliarias». Así empezó su intervención el abogado del empresario, Christopher Kise. Según él, las reclamaciones de la fiscal se refieren «solo a unos pocos préstamos exitosos y rentables». Afirmó que Trump no tuvo intención de defraudar, que «no hay víctimas» en el caso y que los testimonios de las personas involucradas lo demostrarán. Mientras hablaba, Eric, el hijo del magnate, lo miraba de vez en cuando desde la primera fila.

El juez anunció que hoy es el único día en que dejará entrar a los fotógrafos. Durante el resto del juicio, que se alargará hasta el 22 de diciembre, nuestros únicos ojos serán los dibujantes del tribunal.

Pausa para almorzar

Después de tres horas de apertura, el tribunal levantó la sesión para tomar un descanso. Se había despertado algo de tensión, en momentos puntuales, entre el abogado Kise y el juez Engoron. Por otro lado, la también abogada de Trump Alina Habba respondió a lo dictaminado por Engoron: el juez estipuló que el patrimonio estaba sobrevalorado hasta en un 2.300 %, pero Habba explicó que el valor es lo que alguien esté dispuesto a pagar. «Mar-a-Lago [un resort del expresidente en Palm Beach, Florida] se vendería por al menos mil millones. No es fraude, así es como funcionan los bienes raíces».