Maduro busca anexionarse vía referendo una región de Guyana con grandes reservas de petróleo

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Un grupo de personas participan en una manifestación en apoyo al referéndum consultivo sobre El Esequibo, hoy en Caracas (Venezuela)
Un grupo de personas participan en una manifestación en apoyo al referéndum consultivo sobre El Esequibo, hoy en Caracas (Venezuela) Miguel Gutiérrez | EFE

La consulta de este domingo se ha convertido en una prueba de popularidad del régimen chavista

03 dic 2023 . Actualizado a las 10:00 h.

Unos 20 millones de venezolanos están convocados este domingo a las urnas para responder a las cinco preguntas del referendo sobre el Esequibo —que plantean, entre otros puntos, la anexión de esa región de Guyana—, una consulta no vinculante convocada por el Gobierno de Nicolás Maduro, que atraviesa tiempos de escasa popularidad, para lograr apoyo a cuenta de la disputa limítrofe.

El Esequibo, o Guayana Esequiba, fue arrebatado a Venezuela en el siglo XIX por Gran Bretaña, y hoy constituye dos terceras partes de la República de Guyana. En concreto 165.000 kilómetros cuadrados, un poco menos de la mitad de España, en los que recientemente se ha encontrado grandes reservas de petróleo, que harán que en el 2024 los 804.00 guyaneses pasen a tener el ingreso per cápita más alto de Latinoamérica.

La consulta despierta poco interés entre los venezolanos, a pesar de que líderes de la oposición como Henrique Capriles o el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, han anunciado que votarán, y de la enorme campaña publicitaria que el régimen se ha sacado de la manga para promoverla.

Pero las numerosas voces críticas, como la de Allan Brewer-Carías, uno de los abogados más reconocidos del país, que ha calificado al referendo de «inconstitucional, errado, inútil, inconveniente, impropio, irresponsable y contrario a los intereses del país», convierte en una incógnita (y en una prueba de fuego para el chavismo) la cifra de participación.

Además, su cercanía con el éxito de las primarias de la oposición del 22 de octubre, en la que participaron 2,4 millones de votantes pese a la falta de apoyo oficial, hace inevitable la comparación. El referendo fue convocado apenas dos días después de esas primarias, aumentando las sospechas de que es una jugada política del chavismo, que algunos han comparado con la invasión argentina de las islas Malvinas en 1982.

El litigio limítrofe estaba en manos de la ONU desde 1966, cuando el Reino Unido concedió la independencia a Guyana, pero, hace tres años, su secretario general, António Guterres, pasó el caso a la Corte Internacional de Justicia, cuya jurisdicción desconoce Venezuela. De hecho, la CIJ llamó esta semana a las partes a abstenerse de «incrementar el conflicto». Ambos países se acusan mutuamente de «amenazar la paz en el Caribe». Además, Maduro ha culpado a la petrolera Exxon Mobil de exacerbar la crisis, olvidando que el principal accionista en los nuevos campos petroleros del Esequibo es la China National Petroleum Corportion, tradicional aliada del chavismo.