Polonia pone fin a la era euroescéptica con la llegada del liberal Tusk al Gobierno

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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Tusk, durante la votación de este lunes en el Parlamento.
Tusk, durante la votación de este lunes en el Parlamento. ALEKSANDRA SZMIGIEL | REUTERS

Morawiecki pierde la moción de confianza y da paso a la coalición de centroderecha

12 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Polonia encara una nueva etapa de reconciliación con Europa bajo el mandato de una coalición de centroderecha liderada por Donald Tusk tras ocho años de gobierno ultraconservador y euroescéptico. El lunes se confirmó lo que era un fracaso cantado: Mateusz Morawiecki, del ultraconservador Ley y Justicia (PiS), perdió la votación de confianza en el Parlamento.

A pesar de que hace casi dos meses de las elecciones del 15 de octubre —en las que la alianza de Tusk se hizo con la mayoría absoluta y tornó en agridulce el primer puesto del PiS—, el presidente Andrzej Duda se empeñó en dar a Morawiecki una oportunidad de formar Gobierno, pese a que tenía nulas posibilidades de éxito. Su candidatura fue rechazada por 266 votos en contra frente a 190 a favor.

La derrota de Morawiecki activó el llamado segundo paso constitucional, según el cual un grupo de al menos 46 diputados (el 10 % de los escaños) puede presentar un nuevo candidato a primer ministro. Era el turno de Donald Tusk, que encabeza un conglomerado de partidos de centro derecha y cuenta con el apoyo además de parte de la izquierda moderada.

La votación que ratificó su candidatura se llevó a cabo inmediatamente: 248 votos a favor y 201 en contra después, Tusk se había convertido en primer ministro. Ahora solo falta otra votación que se celebrará el martes —en la que la Cámara Baja debe aprobar el programa de gobierno y el consejo de ministros—, y el miércoles el europeísta tomará posesión ante el presidente Duda.

Quedarán atrás ocho años de hegemonía política, que no social, de un partido que se planteó el Gobierno como una «guerra cultural» contra quienes pretendían «destruir los cimientos del país», por ejemplo los no heterosexuales y no católicos, según Efe.

Durante las dos legislaturas del PiS se produjeron las mayores manifestaciones desde la caída del comunismo, cuando millones de ciudadanos salieron a la calle para protestar contra las restricciones al aborto. El PiS trató de controlar al poder judicial con una serie de reformas de la Justicia que han desembocado en un caos de difícil solución y que llevaron a Bruselas a imponerle multas millonarias a Polonia, así como a bloquear el envío de los ansiados fondos europeos de recuperación.

En el país con la población más proeuropea de toda la Unión (un 81 % en el 2022, según encuestas), el PiS persiguió la confrontación con Bruselas y varios miembros del Gobierno se referían a la UE como a una «mafia» y una «dictadura dirigida desde Berlín».