Los votantes de Donald Trump explican por qué quieren que vuelva al poder: «¡Siempre sabe bajarse del escenario!»

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump, dando un discurso en Des Moines tras imponerse con el 51 % de los votos en el cuacus de Iowa.
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump, dando un discurso en Des Moines tras imponerse con el 51 % de los votos en el cuacus de Iowa. JIM LO SCALZO | EFE

«Con él no hubo guerras. Tuvimos una gran economía», afirman sus simpatizantes en Des Moines

16 ene 2024 . Actualizado a las 21:55 h.

De acuerdo al formato de los caucus, cada candidato o representante del mismo dispone de tres minutos para explicar a los vecinos por qué deben votarle. Claireanne Burgess, de 69 años, que acudió a la Iglesia de la Eternidad de West Des Moines con su vecina Ashleigh Sheehy, de 39, solo necesita quince segundos para defender la candidatura de Donald Trump: «Siempre dice lo que piensa, no tienes que preocuparte de lo que esté pensando. Con él no hubo guerras. Tuvimos una gran economía. Bajó el precio de la gasolina. Subieron nuestros fondos de pensiones. El dólar estaba fuerte. La Bolsa batió récords. Las reservas de petróleo estaban seguras. El mundo nos respetaba. ¡Y siempre sabe bajarse del escenario!», bromea. «Bueno, le puede pasar a cualquiera, la demencia nos puede llegar a todos, pero no debe ser presidente alguien que ya la tenga».

No le tocaba a ella hacer el alegato, pero lo llevaba preparado por si acaso fallaba la persona encargada de defender a su líder. Si algo tienen en común los votantes de Trump es que todos quieren un hombre fuerte capaz de cambiar la realidad de Estados Unidos, no un presidente «frágil y senil» que creen manipulado por la izquierda más extremista.

Durante su mandato Trump demostró ser capaz de dar un golpe en la mesa y gobernar por decreto. La clase menos educada comparte el simplismo de sus argumentos y solo entiende de su realidad más cercana. «Para mí es personal. Votaré por cualquiera que saque a Biden de la Casa Blanca. Mi padre lleva más de un año en paro. Mi madre va de lesión en lesión. Cuando vamos al supermercado todo está carísimo. No nos llega ni para gasolina. Biden está dañando a mi familia, hay que sacarlo», comenta Sheehy.

Mejor antes

Puesto que en noviembre los estadounidenses probablemente tendrán que elegir por primera vez entre dos hombres que ya han sido presidentes, para John Trevor, un veterano de Irak que trabaja en la Universidad Simpson de Indianola, la elección es fácil, porque se resume a una pregunta: «¿Estás mejor ahora que hace cuatro años? Si estás mejor ahora, vota por Biden. Si no, vota por Trump. Cuando el magnate dejó la Casa Blanca en enero de 2021, la inflación era del 1,4 %, en comparación al 9,1 % que se alcanzó al año siguiente, y el precio de 2,28 dólares por galón de gasolina es ahora de 3,25», añade.

A Chris Smith lo que le preocupa es «el colador» de la frontera. «Lo digan o no, nos están invadiendo», le oyó a Trump el domingo. En 2020 las patrullas fronterizas interceptaron a 405.000 personas indocumentadas en la frontera sur. El año pasado, 2.25 millones. La comparativa, dato en mano, no favorece la reelección del actual presidente, que ha visto empezar dos guerras bajo su mandato.

Algunos de sus viejos votantes aprueban su gestión, pero dicen estar «hartos de sus dramas legales y sus desatinos», como Tom Joensen, para quien «la transición pacífica es la base de la democracia», por lo que no le perdona alentar la insurrección del 6 de enero. O dicen no tener «estómago» para volver a votarle, confiesa Ed Remsmburg, un militar retirado de 75 años que le agradece haber cambiado la mayoría del Tribunal Supremo hacia el lado conservador.

Estos buscan a otro «hombre fuerte», con logros demostrados en el desempeño de una función de gobierno, como Ron DeSantis, cuya gestión en Florida es del agrado conservador. Su segunda posición en Iowa, con un 21 % de los votos, le permite seguir presentándose como la alternativa a Trump, un voto que tendrá que repartir con Nikki Haley, que ha quedado tercera con el 19,1 %, pero es la que tiene mejores expectativas en New Hampshire y Carolina del Sur, su estado natal. Allí Trump ha hecho votos de rematarla con una victoria humillante en su propia casa. Para cuando llegue el Supermartes, el 5 de marzo, la nominación del Partido Republicano puede estar decidida. La de noviembre falta por librarse.