La UE sortea el veto de Orbán y asegura 50.000 millones de ayuda a Ucrania

Olatz Hernández BRUSELAS / COLPISA

INTERNACIONAL

Viktor Orbán con el primer ministro eslovaco, Robert Fico, en la reunión del Consejo Europeo.
Viktor Orbán con el primer ministro eslovaco, Robert Fico, en la reunión del Consejo Europeo. OLIVIER HOSLET | EFE

Los Veintisiete no cedieron a las demandas del ultranacionalista húngaro

01 feb 2024 . Actualizado a las 21:57 h.

Los líderes de los Veintisiete lograron ayer llegar a un acuerdo para aprobar el paquete de ayuda financiera común de 50.000 millones de euros para Ucrania. Se trataba del punto más controvertido de la cumbre comunitaria, al contar con el rechazo frontal de Hungría, pero la Unión Europea (UE) consiguió finalmente sortear el veto del primer ministro magiar, Viktor Orbán, sin tener que hacer concesiones al mandatario.

La partida europea «asegura una financiación firme, predecible y a largo plazo», destacó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Con esta decisión, «la UE está asumiendo liderazgo y responsabilidad en el apoyo a Ucrania. Sabemos lo que está en juego», subrayó el dirigente comunitario, quien aseguró que espera que este gesto sea «una clara señal» a Rusia y también a la Casa Blanca. «Estamos absolutamente determinados a apoyar a Ucrania y la decisión de hoy lo muestra», zanjó.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó igualmente el respaldo que ha ofrecido la UE al ejército de Kiev y que ha alcanzado los 28.000 millones de euros. «Hay más en camino: munición misiles...», prometió. Además, la UE firmará nuevos contratos con la industria militar —que ha aumentado su producción en un 40 %— en cuestión de semanas. «Este apoyo tiene que aumentar. Nuestra política en Defensa debe pasar de la respuesta de emergencia a la preparación», destacó.

Un tira y afloja

La «unidad» europea que recalcaron los dirigentes comunitarios, sin embargo, se ha hecho esperar. El plan inicial era aprobar la ayuda dentro del presupuesto plurianual de la Unión (MFF) en la cumbre del pasado diciembre, junto a la apertura de las negociaciones de adhesión de Ucrania a la UE. No fue posible por el veto del primer ministro húngaro, quien se negó en rotundo al paquete de 50.000 millones para los próximos cuatro años.

En público solo se mostró abierto a cambiar de opinión si la Comisión Europea desbloquea los 30.000 millones de euros en fondos comunitarios que tiene congelados por sus infracciones en materia de Estado de Derecho y vulneraciones de los derechos fundamentales. Este tira y afloja entre Hungría y el resto de Estados miembros ha provocado cierta fatiga en las capitales europeas, cansadas del «chantaje» de Orbán en las decisiones que requieren unanimidad. Preguntada por si Orbán logró algo a cambio de retirar su veto, Von der Leyen fue tajante: «Simplemente no». Ninguna de las demandas de Orbán surtieron efecto.

Agradecimiento de Kiev

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, celebró el anuncio de los Veintisiete y lo consideró una «importante decisión». Este acuerdo, a su juicio, «demuestra una vez más la fuerte unidad de la UE». El mandatario expresó su agradecimiento por el pacto, que permitirá «reforzar la estabilidad económica y financiera a largo plazo en Ucrania». «No es menos importante que la asistencia militar y la presión de las sanciones a Rusia», añadió. Su ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, también aplaudió el consenso alcanzado y lo calificó como «histórico».

Zelenski destacó además la importancia de la ayuda militar debido a que los aliados de Rusia gozan de amplio compromiso para el suministro de las mismas. «La inteligencia ucraniana ha confirmado que Rusia recibirá un millón de municiones de artillería de Piongyang», destacó a la vez que pidió que la Unión comprometa 5.000 millones de euros en ayudas hasta el 2027.