La paz con Egipto peligra en el sur de Gaza

p. m. MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Tanques egipcios en la frontera con Rafah.
Tanques egipcios en la frontera con Rafah. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Si se rompen los Acuerdos de Camp David, el Sinaí podría volver a militarizarse, Israel abriría otro frente hostil en el sur y los esfuerzos por la paz en la región quedarían enterrados después del fracaso de los Acuerdos de Oslo y los Acuerdos de Abraham

13 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuarenta y cinco años de paz entre Israel y Egipto están al borde del colapso. Cadenas anglosajonas citan a funcionarios egipcios y diplomáticos occidentales que señalan que si el país en guerra con Hamás «viola los protocolos militares y de seguridad» de los Acuerdos de Camp David suscritos en 1979 y que supusieron el lazo de alianza entre dos potencias que desde 1948 estuvieron en guerra.

La Guerra de los Seis Días de 1967 le supuso a Egipto la pérdida de la península del Sinaí. Después de otras dos guerras, el presidente del país árabe por aquel entonces, Anwar Sadat, empezó a entender que Israel, por sus lazos militares con EE.UU., sería muy difícil de derrotar, y tal vez un acuerdo de paz sería mejor a pesar de las opiniones del resto de países árabes, más implicados en el apoyo a la causa palestina.

En 1979, firmó con el primer ministro israelí, Menachem Begin, los Acuerdos de Camp David en presencia de Jimmy Carter, presidente de Estados Unidos, que arbitró y favoreció el pacto. El resultado fue beneficioso para ambos. Israel comenzó a utilizar el canal de Suez como ruta comercial mientras Egipto recuperó el Sinaí —aunque desmilitarizado—. Pero, además, se acordó una transición hacia un gobierno local palestino en un período de cinco años y la retirada de tropas israelíes en Gaza y Cisjordania. Un acontecimiento que, a día de hoy, no se cumple en absoluto.

Ruptura del beneficio mutuo

Los Acuerdos de Camp David han mantenido en una diplomacia estable a Israel y Egipto. Los primeros han podido mejorar sus relaciones con otros países árabes después de que El Cairo se convirtiera en el primer centro árabe que naturalizó y normalizó a su vecino. Los segundos, por otro lado, se han visto nutridos de jugosos acuerdos de modernización militar con Estados Unidos gracias a la intercesión de Tel Aviv y la salud de las relaciones entre las tres partes.

El ministro de Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, negó ayer que se fuera a romper ese acuerdo. Sin embargo, una agresión sobre la frontera egipcia también sería intolerable. Las consecuencias serían desastrosas. El Sinaí podría volver a militarizarse, Israel abriría otro frente hostil en el sur y los esfuerzos por la paz en la región quedarían enterrados después del fracaso de los Acuerdos de Oslo y los Acuerdos de Abraham.