Biden eleva la presión sobre Netanyahu para una tregua duradera en Gaza

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Niños gazatíes suplican algo de comida en una asociación de caridad.
Niños gazatíes suplican algo de comida en una asociación de caridad. IBRAHEEM ABU MUSTAFA | REUTERS

La CIA, el Mossad y Hamás negocian que se extienda durante seis semanas

14 feb 2024 . Actualizado a las 08:26 h.

La invasión de Israel sobre Gaza dura demasiado y las potencias occidentales y árabes empiezan a mostrar signos de que la guerra dura demasiado y que se debe poner punto y final cuanto antes. Por ello, los jefes de la CIA, el Mossad y los grupos islamistas Hamás y Yihad Islámica se reunieron en Egipto para lograr alcanzar un acuerdo que ponga en libertad al más de un centenar de rehenes israelíes que aún permanecen en la Franja a cambio de otros presos palestinos. Ello acompañado de un alto el fuego que se extienda seis semanas.

El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que «estas conversaciones han sido constructivas y avanzan en la dirección adecuada». Los deseos de Joe Biden pasan por el final de la guerra por el cansancio de soportar la imagen de aliado de un país que, dirigido por Benjamin Netanyahu y sus socios ultras, ya han causado 29.000 muertos con la reprobación de la comunidad internacional. Por ello, el presidente estadounidense quiere rematar una tregua final.

El presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y el director de la CIA, William Burns, acordaron continuar con la «coordinación intensiva» del plan de liberación de rehenes y cese de las hostilidades. Sin embargo, está por ver si Netanyahu acepta poner fin a una operación militar que persigue acabar con Hamás a toda costa y le valdría más días de supervivencia como primer ministro.

Apoyo internacional

Los esfuerzos diplomáticos son apoyados por la mayoría de la comunidad internacional. «La situación es ya insostenible para el más de millón de personas que han sido empujadas hasta la frontera. No podemos quedarnos mirando y dejar que continúe. Necesitamos un alto el fuego duradero. Esta guerra tiene que terminar», pidió el rey Abdalá de Jordania a Biden esta semana.

La situación en Rafah ya es complicada a nivel humanitario, y la continuidad de las operaciones terrestres israelíes en la zona haría de la localidad una ratonera para más de un millón de personas que no pueden huir a ninguna parte. Ayer, China pidió también que Israel «detenga todas las operaciones militares lo antes posible y a que haga todo lo posible para evitar que el devastador desastre humanitario en Rafah empeore», según un comunicado de la portavocía de Exteriores.

El portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke, insistió además en que «las Naciones Unidas no participan en evacuaciones forzadas o involuntarias. No hay ningún plan en este momento para facilitar la evacuación de civiles» de Rafah.

Sudáfrica pide a CIJ examinar la expansión militar de Israel en el sur de la Franja

Sudáfrica informó ayer de que solicitó «urgentemente» a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU que examine la decisión de Israel de expandir sus operaciones militares en el sur de la Franja de Gaza para impedir «nuevas violaciones» de los derechos del pueblo palestino.

«El Gobierno sudafricano ha solicitado urgentemente a la CIJ que valore si la decisión anunciada por Israel de ampliar sus operaciones militares en Rafah, el último refugio de los supervivientes de Gaza, exige que el tribunal use su poder para impedir nuevas e inminentes violaciones de los derechos de los palestinos», informó la Presidencia de Sudáfrica en un comunicado recogido por Efe.

Las autoridades sudafricanas indicaron que, según el reglamento de la CIJ, el tribunal puede «en cualquier momento» valorar si las circunstancias de un caso «requieren la indicación de medidas provisionales que deben ser adoptadas o cumplidas por algunas o todas las partes».

Además, se mostraron «profundamente preocupadas porque la ofensiva militar contra Rafah tendrá como resultado más ataques, matanzas, daños y destrucción», lo que «constituiría una violación grave e irreparable de la Convención contra el Genocidio».