
El presidente ruso no excluye el desarrollo de una cooperación técnico-militar con el régimen de Corea del Norte
19 jun 2024 . Actualizado a las 20:46 h.Vladimir Putin y Kim Jong-un revivieron este miércoles un compromiso que data de la era de la Guerra Fría con la firma de una cláusula de defensa mutua entre Rusia y Corea del Norte en caso de agresión contra cualquiera de los dos países. La inclusión de esa cláusula en el acuerdo de asociación estratégica integral eleva la alarma de Occidente ante los reforzados vínculos militares y económicos entre Moscú y Piongyang.
En declaraciones a los medios rusos, Putin no aclaró si dicha asistencia mutua requeriría una intervención militar total e inmediata en caso de un ataque enemigo, como especificaba el tratado firmado por los dos países de 1961. No obstante, apuntó que Rusia «no excluye el desarrollo de una cooperación técnico-militar» con Corea del Norte en conformidad con el nuevo acuerdo.
La sintonía entre ambos líderes ha sido la tónica general de su primera visita al país en 24 años, como quedó patente en el gran recibimiento de Kim a Putin en una engalanada Piongyang y el paseo, turnándose al volante, en la limusina rusa Aurus regalada al dictador norcoreano. Y, sobre todo, su segunda cumbre en nueve meses ilustra bien la relación de mutua necesidad que se ha establecido entre ambos países.
Moscú necesita aliados que le proporcionen armamento y le ayuden a sortear las sanciones comerciales impuestas por Occidente. Rusia ha dejado de apoyar las medidas de la ONU que castigan a Pionyang y parece estar reconociendo de facto a Corea del Norte como potencia nuclear, el acuerdo brinda ciertas garantías de seguridad a un Kim Jong-un que lo ha fiado todo a su programa atómico y que desde el 2022 mostró su apoyo a la invasión de Ucrania, informa Efe.
Este nuevo tratado es la réplica al mayor acercamiento militar por el que han optado EE.UU., Corea del Sur y Japón —todos visiblemente molestos con el viaje de Putin a Pionyang— y no parece alinearse tampoco con los intereses de China, que sigue abogando por la desnuclearización en la península coreana.
Visita a Vietnam
También preocupa a Washington el segundo destino de la gira de Putin:Vietnam. Es la primera visita de Estado en más de una década de este histórico aliado de Hanói. Putin es muy popular entre los vietnamitas, sobre todo de aquellos que vivieron los duros tiempos de la guerra y la posguerra en que el apoyo soviético resultó fundamental.
El presidente del país, To Lam, considera a Rusia como una de sus prioridades en política exterior. No ha trascendido qué asuntos van a tratar ambos mandatarios, aunque se espera que profundicen en su acuerdo de asociación estratégica, el grado máximo de relaciones diplomáticas para Vietnam, que mantiene ese nivel con otros seis países, incluidos China y Estados Unidos.