Irán elige presidente entre tres conservadores y un reformista, después de dos abandonos

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Saeed Jalili (arriba a la izquierda), Mohamad Baqer Qalibaf (arriba a la derecha), Masoud Pezeshkian (abajo a la izquierda) y Mostafa Pourmohamadi (abajo a la derecha), candidatos a la presidencia iraní.
Saeed Jalili (arriba a la izquierda), Mohamad Baqer Qalibaf (arriba a la derecha), Masoud Pezeshkian (abajo a la izquierda) y Mostafa Pourmohamadi (abajo a la derecha), candidatos a la presidencia iraní.

Los candidatos tradicionalistas intentan hacer frente común contra Masoud Pezeshkian, la gran revelación de la campaña

28 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos se han bajado del barco, así que quedan tres. Tres conservadores contra un reformista. Ese era el escenario el viernes por la mañana cuando los centros electorales iraníes abrieron sus puertas. El alcalde de Teherán, Alireza Zakani, y el vicepresidente del país, Amir Hosein Ghazizadeh, anunciaron que se retiraban de la carrera presidencial el jueves, solo un día antes de los comicios, en un intento de consolidar el voto tradicional frente al aspirante reformista.

Ninguno de los dos tenía posibilidades. Zakani ya se había retirado de las elecciones del 2021 y Ghazizadeh declaró que buscaba fortalecer al régimen. Gracias a su renuncia, los dos conservadores que siguen en la contienda, Mohamad Baqer Qalibaf y Saeed Jalili, han ganado peso frente al reformista Masoud Pezeshkian, cuyo mitin de cierre de campaña —en un estadio céntrico de Teherán— fue cancelado sin razón aparente. La policía cerró el acceso. A pesar de esta situación de desequilibrio, los tres políticos están en empate técnico y parece que ninguno superará el 50 % de los votos, por lo que será necesaria una segunda vuelta.

Varios metros por detrás, también continúa en la carrera el clérigo Mostafa Pourmohamadi, otro conservador que ha sorprendido por sus mensajes liberales, pero con una reputación de represión que le ha arrebatado las posibilidades. Con él se cierra un cuadrado de candidatos rodeado por el descontento popular ante la mala situación económica y la falta de libertades. En las parlamentarias de marzo, de hecho, solo un 41 % del electorado acudió a las urnas.

Jalili

Un ultra opuesto a Occidente. El ultraconservador Saeed Jalili ha sido descrito como un «verdadero producto de la Revolución Islámica». Su campaña se ha basado en eslóganes más que en planes concretos y se le considera el candidato del statu quo, el más cercano al fallecido presidente Ebrahim Raisí.

Qalibaf

Un conservador con fama de buen gestor y mano dura. Mohamad Baqer Qalibaf es un pragmático que a lo largo de los años se ha presentado ante los votantes como un hombre fuerte, un tecnócrata y un adalid del pueblo. Exgeneral de la Guardia Revolucionaria, exjefe de policía, exalcalde de Teherán y presidente del Parlamento, Qalibaf comenzó la campaña como claro favorito.

Pezeshkian

Un reformista que critica el uso del velo. El cirujano cardíaco Masoud Pezeshkian se ha descubierto como la revelación de la campaña en Irán, con un mensaje de acercamiento a Occidente y críticas al velo. Cuando anunció su candidatura, nadie le daba demasiadas opciones. De hecho, en su primer acto decepcionó a muchos con su promesa de lealtad al líder supremo de Irán, Alí Jamenéi. Pero desde entonces ha generado el suficiente entusiasmo entre el electorado como para liderar algunas encuestas y empatar con los otros dos favoritos.