El Servicio Secreto y el FBI, en entredicho tras el intento de asesinato de Trump

m. salgado REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Brendan McDermid | REUTERS

El Congreso cita a los agentes y Biden ordena una investigación independiente

15 jul 2024 . Actualizado a las 19:48 h.

A unos 120 metros de Donald Trump, subido a un tejado y armado con un rifle AR-15 que había comprado su padre. Todo apunta a que solo un fallo de seguridad pudo permitir que el joven Thomas Matthew Crooks intentara un magnicidio, que resultó fallido por su mala puntería, y ahora han saltado todas las alarmas que ponen en entredicho el trabajo del Servicio Secreto y del FBI.

La directora del primero, Kimberly Cheatle, ya ha sido citada el próximo 22 de julio por el Congreso de Estados Unidos para que dé testimonio sobre el dispositivo de seguridad desplegado en el mitin en Butler (Pensilvania), que no fue improvisado y se había organizado con semanas de antelación. También varios agentes del Buró Federal de Investigación, presentes en el acto político, han sido convocados para que declaren ante la Cámara de Representantes. El responsable de los federales en Pittsburgh, Kevin Rojek, explicó que están «evaluando» los hechos, y tachó de «sorprendente» que el pistolero pudiera siquiera llegar a abrir fuego.

Mientras el presidente del comité de supervisión del Congreso, James Comer, anunciaba que ha solicitado una reunión informativa con miembros del Departamento de Seguridad Nacional y un grupo de legisladores republicanos exigían una comisión de investigación, el presidente del país, Joe Biden, ordenó la apertura de una indagación independiente sobre los hechos, y pidió que se revisen «todas las medidas de seguridad para la Convención Nacional Republicana», que comienza hoy en Milwaukee (Wisconsin), que ya está blindada, y se prolonga hasta el jueves. «Lo primero que quiero hacer es que Trump, como expresidente y candidato del Partido Republicano, reciba un nivel de seguridad elevada», señaló Biden.

Ante la avalancha de críticas, el portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, aseguró que antes del atentado habían reforzado la protección del magnate debido al aumento del ritmo de viajes de la campaña.

Un bombero que murió protegiendo a su mujer e hijas

El asistente al mitin que falleció en el tiroteo es Corey Comperatore, un bombero de 50 años y padre de dos hijas. «Su esposa me pidió que compartiera con todos ustedes que Corey murió como un héroe, que Corey se lanzó sobre su familia para protegerlas anoche», dijo ayer el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.