EE.UU. impone una línea roja a Israel: no tocar el programa nuclear iraní

Rosa Paíno
R. Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Antonio Guterres, durante la sesión de este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Antonio Guterres, durante la sesión de este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU. STEPHANI SPINDEL | REUTERS

António Guterres defiende que su condena por el ataque de Irán era «obvia» a pesar de las críticas del Gobierno de Netanyahu

03 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Por si hubiera dudas, la ONU sigue dinamitando día a día el objetivo con el que fue creada en 1945: mantener la paz mundial. Este miércoles, su actual secretario general, António Guterres, fue declarado persona no grata por Israel y el Consejo de Seguridad escenificó una vez más su ineficacia, mientras los representantes iraní e israelí utilizaron la sesión de emergencia, convocada a petición precisamente de ellos, como un cuadrilátero para lanzarse amenazas y acusarse mutuamente de ser «Estados terroristas».

El Gobierno de Israel ha prohibido a Guterres la entrada en el país por considerar que no condenó «de forma inequívoca» el ataque iraní del martes. «No merece poner un pie en suelo israelí», dijo el ministro de Exteriores, Israel Katz, tras acusarlo de «brindar apoyo a terroristas, violadores y asesinos». Es el último capítulo de un año de ataques y desdenes contra el portugués.

Durante el Consejo, Guterres tuvo que salir al paso de las críticas sobre su supuesta equidistancia y defendió que su condena al régimen de los ayatolás era «obvia». «Como hice en relación con el ataque iraní de abril, y como debería haber sido obvio ayer [por el martes] en el contexto de la condena que expresé, vuelvo a condenar enérgicamente el ataque masivo con misiles de Irán contra Israel», dijo.

Los cinco miembros con derecho a veto del Consejo defendieron la figura del secretario general, aunque no todos lo hicieron con el mismo énfasis. «Es una bofetada no solo a la ONU, sino a todos nosotros», profirió el embajador ruso Vasili Nebenzia, en la misma línea se manifestó su colega chino. Los representantes de Francia y el Reino Unido subrayaron su apoyo a Guterres, pero sin citar —ni molestar— a Israel. Faltó un mensaje similar de Estados Unidos, pero el aliado inquebrantable de Israel no hizo la menor alusión al asunto.

La intervención de la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, dejó meridianamente claro que su país «apoya totalmente, totalmente, totalmente a Israel», evitó repartir culpas como hicieron otros países y atribuyó la responsabilidad exclusivamente a Irán.

Netanyahu tiene la bendición de Estados Unidos para tomar represalias contra el régimen de los ayatolás, aunque con una sola línea roja: no tocar el programa nuclear iraní por las peligrosas consecuencias de ese movimiento. El presidente Joe Biden reconoció que tanto él como los demás miembros del G7, en una reunión convocada por Giorgia Meloni, están de acuerdo en que Israel tiene «derecho a responder» a la agresión del martes, pero «debe responder proporcionalmente». Estados Unidos tiene 40.000 soldados desplegados en Oriente Medio, y el Pentágono se preparaba para enviar miles de tropas estadounidenses más y tres escuadrones de aviones adicionales.