Los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados a cadena perpetua, luchan por salir de prisión: presentan una carta que evidencia que sufrieron abusos sexuales

La Voz REDACCIÓN

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Erik y Lyle Menéndez fueron condenados en 1996 a cadena perpetua
Erik y Lyle Menéndez fueron condenados en 1996 a cadena perpetua Reuters Photographer | REUTERS

Protagonizaron en los años 90 uno de los parricidios más famosos de la historia. Tras acabar con sus padres, Jose y Kitty Menéndez, a los que acribillaron a balazos, mantuvieron que el crimen fue consecuencia de los abusos sexuales que sufrieron en su niñez y juventud. Su caso ha saltado a la pantalla de la mano de Ryan Murphy, creador de la serie de Netflix «Monstruos»

04 oct 2024 . Actualizado a las 16:35 h.

Son dos de los presos más famosos de Estados Unidos y, a pesar de la pena que les condenó en 1996 a cadena perpetua, siguen luchando por su libertad.

Lyle y Erik Menéndez, que asesinaron en 1989 a sus padres Jose y Kitty Menéndez en su casa de Beverly Hills han presentado nuevas pruebas. Se trata de una carta que uno de ellos envió en su día a un familiar contándole que era víctima de abusos.

Por este motivo, el fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón, ha asegurado este jueves que su oficina está evaluando estas nuevas evidencias de posible abuso sexual, que fue el principal argumento que los hermanos usaron para justificar por qué mataron a sus padres. 

Lyle y Erik Menéndez han solicitado a través de sus abogados que se anule su condena a cadena perpetua y que se revisen esas nuevas pruebas. «Ninguna de esta información ha sido confirmada», insistió el fiscal del condado, quien anunció que se ha fijado una nueva audiencia judicial para Erik y Lyle Menéndez el próximo el 29 de noviembre para estudiar precisamente estas nuevas pruebas.

 La carta

¿De dónde sale 28 años después una evidencia que no se llevó a juicio? Nadie lo sabe, pero lo cierto es que los abogados de los hermanos piensan retomar la batalla.

La prueba fundamental que presentan ahora es «una carta que supuestamente fue enviada por uno de los hermanos a otro miembro de la familia hablando de que él era víctima de abusos», además de otras pruebas proporcionadas por sus abogados de parte de una persona que alega «que fue abusado por el padre», precisó el fiscal Gascón.

Si bien la Fiscalía sostiene que los hermanos cometieron los asesinatos, considera revisar estas pruebas y tomar una decisión sobre si es necesaria una nueva sentencia. «Si esas pruebas hubieran estado disponibles para el tribunal y el jurado en el momento del juicio, tal vez el resultado podría haber sido diferente», sostuvo el fiscal.

El caso

Los hermanos Menéndez fueron condenados a cadena perpetua en 1996 por planear y ejecutar el asesinato de sus padres, Jose y Kitty, en la tarde del 20 de agosto de 1989 en su casa, ubicada en un lujoso barrio de Beverly Hills, con unas escopetas que habían comprado días antes del ataque.

Tenían solo 19 y 21 años y, aunque los investigadores pronto les tuvieron en el punto de mira, se llegó a barajar que el homicidio fuese fruto de un ajuste de cuentas. Jose Menéndez, de origen cubano, era un importante empresario del sector audiovisual y de la música. La familia formaba parte de la jet set y tenían un multimillonario patrimonio.

Los hermanos fueron precisamente quienes dieron el aviso de que sus padres estaban cosidos a balazos. Mantuvieron que se los encontraron en el salón de su mansión tras haber pasado la tarde fuera de casa.

Poco les duró el argumento porque la policía cayó sobre ellos. Su vida de lujo y de excesivos gastos tras haber heredado la fortuna de su padre ya había levantado las sospechas de las autoridades. A continuación, el testimonio de la pareja del psicólogo de Erik advirtió a los investigadores, no solo de que el joven había confesado en el crimen, sino que existían grabaciones en las que admitía su culpabilidad.

Una vez entre rejas, sus defensas tuvieron clara la línea a seguir. Al contrario del móvil económico que sostuvo la Fiscalía, los hermanos explicaron que los abusos físicos y sexuales que sufrieron por parte de su padre durante toda su infancia y juventud (sumado a la indiferencia de su madre) les llevó a acabar con su vida.

Ahora, esta nueva prueba podría reconducir el caso hacia su versión.«Estamos revisando la información, pero creo que también es importante que reconozcamos que tanto los hombres como las mujeres pueden ser víctimas de agresión sexual», sentenció el fiscal este jueves.

El reparto de la serie, durante su presentación en septiembre
El reparto de la serie, durante su presentación en septiembre CAROLINE BREHMAN | EFE

En la ficción

Aunque desde el crimen han pasado 35 años, este parricidio se ha convertido en un fenómeno de masas tras el estreno de la serie de Netflix Monstruos. Ryan Murphy ha sido el encargado de llevar a la ficción este true crime que se verá reforzado desde el 7 de octubre con un documental.

Interpretados por Nicholas Alexander Chavez (Lyle), Cooper Koch (Erik), además de Javier Bardem y Chloë Sevigny (Jose y Kitty Menéndez), la ficción hace un recorrido por el crimen, pero sobre todo por las diferentes versiones que llegaron al tribunal. El espectador puede ver en la serie cómo los hermanos aseguraron haber sido víctimas de un padre violento, mientras que la fiscalía y los testigos rechazan esa versión de plano inclinándose por el móvil económico.

Lo cierto de esta historia es que el jurado popular no les creyó y que ambos cumplen cadena perpetua desde 1996.

Sus críticas a la serie

Con sus actuales 56 y 53 años, Lyle y Erik Menéndez han seguido de cerca el estreno de la ficción sobre su vida. Sus familias han transmitido que están disconformes con la producción, que califican de «deshonesta».

«Es una pesadilla episódica serial, anacrónica, asquerosa y fóbica… Nuestra familia ha sido víctima de este drama grotesco y chocante», han transmitido, mientras que su creador, Ryan Murphy mantiene que la ficción muestra todos los puntos de vista de este violento suceso. 

Sus defensoras

Talia Menéndez, la hija de Erik y su esposa Tammi -con quien se casó estando ya en prisión-, ha asegurado en sus redes sociales que la defición del fiscal de Los Ángeles llegará en sesenta días y que esa apelación ya fue presentada en mayo del pasado año. «Estoy rezando para que el fiscal y el juez tengan compasión no solo por lo que mi padre y mi tío sufrieron, sino también por el hecho de que todos nosotros, la familia, los queremos en casa», dijo Talia en Instagram que, junto a su madre, mantiene una actividad incesante en las redes para defender a su padre y a su tío Lyle.

En una cuenta llamada @seterizmenendezfree, su hija, que no muestra su rostro, sí comparte reflexiones sobre la supuesta inocencia de su padre e incluso instantáneas tomadas en prisión.

«He recibido más apoyo que odio y desearía poder publicar todas las polaroid que tengo juntos. ¡Aquí hay una foto inédita en Navidad! Esto fue en la prisión estatal de Folsom, la primera prisión en la que estuvo mi padre», dice.