El líder chavista asumió el cargo sin haber llegado a mostrar las actas electorales. «Maduro hoy consuma un golpe de Estado y se autoproclama dictador», aseguró Edmundo González
11 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Soledad en las calles, rostros adustos en el salón elíptico del Palacio Federal Legislativo y una ceremonia exprés, iniciada una hora antes de lo anunciado oficialmente. El controvertido acto de toma de posesión de Nicolás Maduro para un tercer período como presidente de Venezuela estuvo muy lejos de la alegría y la exuberancia que suelen marcar este tipo de eventos de inauguración.
Maduro asumió un nuevo mandato de seis años sin haber presentado las pruebas de su supuesta victoria el 28 de julio, que fue proclamada sin actas, incumpliendo la ley electoral venezolana. Sin embargo, el líder chavista sacó pecho durante su discurso de investidura: «Este acto es posible porque Venezuela está en paz».
«Digan lo que quieran decir, hagan lo que quieran hacer —agregó—, pero no la pudieron impedir y esa es una gran victoria. Esta Constitución [la de 1999, aprobada por Hugo Chávez, su antecesor] está victoriosa». El autócrata incluso se burló de Edmundo González Urrutia, el ganador de los comicios según las actas reunidas por la oposición, que había prometido acudir a Caracas para destronar a Maduro.
«Estoy esperando que llegue, estoy nervioso», señaló, sacando algunas risas forzadas de la reducida audiencia del salón elíptico, un espacio bastante más pequeño que el hemiciclo de la Cámara de Diputados, donde históricamente se han realizado las tomas de posesión y donde saludó la presencia de «representantes de 125 países». Sin embargo, los únicos mandatarios presentes en la ceremonia fueron el de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el de Nicaragua, Daniel Ortega, quien, porque la ceremonia fue adelantada, llegó a la mitad de la toma de posesión; otros invitados fueron el vicepresidente de la Duma (Parlamento ruso), Viacheslav Volodin; y el vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) de China, Wang Dongming.
Maduro presidió, horas después, una parada militar en Fuerte Tiuna, la principal base castrense del país, donde el Ejército realizó un «juramento de lealtad» sin precedentes, ni siquiera en la etapa democrática, entre 1958 y 1998.
Una «nueva etapa de lucha»
Poco después, en un comunicado conjunto, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), María Corina Machado, líder de la oposición, y González Urrutia —reconocido como presidente electo por al menos diez países—, señalaron que este 10 de enero «se ha consumado un golpe de Estado contra los derechos electorales de los venezolanos».
«Hoy empieza una nueva lucha por la libertad y la democracia de Venezuela», señaló la coalición opositora, agregando que «debemos hacer sentir una conducta de resistencia democrática permanente y activa» y «Edmundo González Urrutia es quien debe, hoy o mañana, ser juramentado como presidente legítimo, pues así lo decidió la mayoría de los venezolanos».
Edmundo González dice que está muy cerca de su país y listo para recuperar la democracia
«Estoy muy cerca de Venezuela. Estoy listo para el ingreso seguro y en el momento propicio haré valer los votos que representan la recuperación de nuestra democracia», subrayó González en un vídeo recogido en redes sociales. Y añadió que muy pronto llegará a Venezuela para tomar posesión de la presidencia, según avanza Europa Press.
González Urrutia afirmó que Nicolás Maduro «ha violentado la Constitución y la voluntad soberana de los venezolanos expresada el 28 de julio». «Consuma un golpe de Estado. Se autocorona dictador», sentenció.
El Gobierno venezolano, para impedir la llegada de Edmundo González Urrutia, cerró las fronteras terrestre y aérea con Colombia hasta el próximo lunes 13 de enero, incluyendo los vuelos comerciales, lo que causó problemas a miles de personas que cruzan día a día los pasos fronterizos.
La medida, que el Ministerio de Exteriores colombiano calificó de «unilateral» y, aparentemente, sin aviso previo del Gobierno de Nicolás Maduro, fue anunciada por el gobernador del estado limítrofe de Táchira, Freddy Bernal. Además, fueron cerrados los enlaces terrestres con Colombia en los estados Apure y Zulia, es decir, prácticamente en toda la extensión fronteriza.
En el puente de Tienditas, el cruce más concurrido, que conecta Táchira con la región colombiana de Norte de Santander, fueron colocados contenedores de carga para impedir el paso, como se hizo en el 2019 cuando Maduro rompió relaciones con el Gobierno colombiano. A media mañana, no obstante, fueron retirados.
Además, desde el Ejército venezolano se mostraron imágenes de baterías antiaéreas rusas como gesto intimidatorio, lo que hizo que, finalmente, tanto Edmundo González Urrutia como los expresidentes americanos del Grupo IDEA —que supuestamente iban a acompañarlo— abandonasen su intención de entrar en Venezuela para destronar al chavismo, como habían anunciado hasta este viernes.