
Azul alberga la colección de ediciones sobre el hidalgo más grande del país
24 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Azul. Así se llama la ciudad de la provincia de Buenos Aires que alberga la colección de ediciones de Don Quijote de la Mancha más grande de Argentina, y una de las colecciones privadas más importantes fuera de España. Tanto que en el 2007 fue reconocida por el Centro Unesco Castilla-La Mancha como Ciudad Cervantina de la Argentina y, a partir de ese momento, es sede del Festival Cervantino.
La colección se encuentra resguardada en una vieja casona que perteneció a Bartolomé José Ronco, el artífice de toda esta historia. Ronco nació en Buenos Aires en 1881, era abogado y se instaló en Azul cuando se casó con su esposa, oriunda de esa ciudad. Hasta su muerte, en 1952, había logrado reunir 300 libros, a los que después se sumaron 200 más. Luego de que muriera su esposa, en 1984, la casa fue donada a la Biblioteca Popular de Azul y, actualmente, funciona como museo y recibe numerosas visitas.
Lo que Ronco no llegó a ver en vida es que la ciudad entera se volcó a homenajear al personaje de Cervantes. Esto sucedió luego de que las gestiones iniciadas por la Biblioteca Popular, la alcaldía y la Casa (museo) Ronco, dieran sus frutos y obtuvieran el título de Ciudad Cervantina de la Argentina por parte del Centro Unesco Castilla-La Mancha. Este centro fue creado en 2002 para promover una red de ciudades que exhiben una especial relación con la obra de Cervantes.
Ronco tenía un particular interés por la literatura y la cultura en general, pero también dedicó horas a otra de sus actividades favoritas, la carpintería. Los estantes de madera de la biblioteca que acoge la colección del Quijote fueron construidos por él mismo, y comparten el espacio junto a la otra gran colección de la casa: el Martín Fierro (1872), una obra emblemática de la literatura argentina escrita por José Hernández, la otra obra que también lo obsesionaba.
Además de ejercer como abogado, fundó y dirigió 2 revistas —en las que escribieron Jorge Luis Borges y Alfonsina Storni, entre otros—, fue director de la Biblioteca Popular de Azul, y fundó el Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru de Azul.
El Quijote se publicó por primera vez en 1605 y la edición más antigua con que cuenta la colección argentina fue impresa en Bélgica en 1697. También cuenta con una edición francesa de 1812 que perteneció a la reina María Cristina de Borbón, una edición ilustrada por Dalí y la primera edición mundial de lujo, de 1738, publicada en Londres. Como rarezas, destacan una edición traducida al japonés y una adaptada a los personajes de Disney.
La distinción de la Unesco supuso generar un proyecto de ciudad donde este patrimonio cultural se erigió como un pilar fundamental de desarrollo local y revitalización comunal. Tal es así que desde el 2007, la ciudad organiza el Festival Cervantino de la Argentina, que en diciembre del 2024 celebró su 18º edición. La programación del festival se caracteriza por una amplia convocatoria de actividades: presentaciones musicales y de danza, eventos literarios y gastronómicos, exposiciones, charlas, etcétera.
Con el correr del tiempo, la ciudad entera supo adoptar un semblante quijotesco, y las numerosas referencias al universo creado por Cervantes dan cuenta de ello. Desde las esculturas y murales que pueblan sus calles —y la entrada a la ciudad—, hasta los nombres que profesan muchas de sus tiendas —una panadería llamada Dulcinea o una carnicería denominada Rocinante—, bastan para explicar el fervor que despierta el hidalgo caballero en la pampa argentina.
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