Kiev lleva a la mesa de diálogo una tregua parcial y el acuerdo sobre las tierras raras

zígor aldama MADRID / COLPISA, LA VOZ

INTERNACIONAL

Volodímir Zelenski junto al príncipe saudí Mohamed bin Salmán, durante su entrevista en Jeddah
Volodímir Zelenski junto al príncipe saudí Mohamed bin Salmán, durante su entrevista en Jeddah BANDAR ALGALOUD | REUTERS

Marco Rubio, que negociará hoy con la delegación ucraniana, asegura que tendrá que ceder territorio para lograr la paz, una concesión que Zelenski rechaza

11 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Delegaciones compuestas por diplomáticos y militares de primer nivel de Ucrania y EE.UU. tratarán de reconducir la relación y buscar la paz este martes en Arabia Saudí, un país que es considerado neutral y que trata de ganar influencia en el tablero geopolítico global. Zelenski se reunió ayer con el príncipe heredero y primer ministro Mohamed bin Salmán en Yeda, y todo apunta a que los representantes ucranianos ofrecerán hoy una tregua parcial a los estadounidenses.

Kiev está dispuesta a aceptar un alto el fuego tanto en el aire como en el mar, «porque estas son las opciones fáciles de implementar y supervisar», según avanzó la agencia AFP citando un alto funcionario ucraniano.

Eso supondría, como ya había planteado en Londres el presidente francés, Emmanuel Macron, el cese de hostilidades con aviación, misiles de largo alcance y drones de gran tamaño, así como con buques de guerra y drones navales en el mar Negro. La delegación de Kiev también llega con la disposición de firmar el acuerdo económico con Estados Unidos que Zelenski y Donald Trump tenían previsto rubricar el pasado 28 de febrero y que se frustró tras la bronca entrevista de ambos mandatario en el despacho oval, según dos alto cargos ucranianos citados por Associated Press.

No obstante, la guerra en tierra firme continuaría su curso y, según la revista británica The Economist, Kiev probablemente advierta de que no aceptará ningún acuerdo que limite su capacidad para rearmarse o que interfiera en la política interna ucraniana, algo que muchos temen desde que Trump reiteró que Zelenski, a quien había llamado «dictador sin elecciones», «no durará mucho tiempo» en el cargo.

Antes de pisar suelo saudí, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, también declaró a los periodistas que le acompañan que la propuesta ucraniana es prometedora: «No digo que sea suficiente, pero es el tipo de concesión que se necesita para poner fin al conflicto», dijo con respecto a la tregua, pero también aseguró que Ucrania deberá hacer concesiones territoriales para lograr la paz, una posibilidad que Zelenski rechaza.

En caso de que esa tregua inicial se complete satisfactoriamente, el propio presidente ucraniano afirmó en X que en una segunda fase se podría proceder al intercambio de prisioneros. Zelenski también incide con vehemencia en el retorno de unos 20.000 niños robados que Rusia ha rebautizado y ha asignado en su territorio a otras tantas familias. De momento, Putin asegura que está dispuesto a negociar esa tregua, pero quiere detallar al milímetro las condiciones y rechaza por completo que la OTAN ponga sus botas en el campo de batalla. No obstante, es evidente que la reunión en Yeda parece también dirigida a la reconstrucción de las relaciones bilaterales entre Ucrania y Estados Unidos. Porque la falta de información de Inteligencia ha cegado parcialmente a las tropas ucranianas en el frente y ha facilitado que Rusia vuelva a atacar con mayor porcentaje de éxito importantes infraestructuras energéticas. Precisamente esos grandes ataques provocaron el enfado de Trump que, la semana pasada, también amenazó a Putin con imponer nuevas sanciones a su régimen.

La financiación del plan para rearmar Europa divide a los Veintisiete

España propone ir más allá de los préstamos y poner en marcha subvenciones financiadas con la emisión de deuda europea

olatz hernández

El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, a su llegada la reunión de Bruselas
El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, a su llegada la reunión de Bruselas OLIVIER HOSLET | EFE

Los ministros de Economía de los países del euro respaldaron ayer el plan de rearme europeo ideado por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. La iniciativa busca crear espacio para unos 800.000 millones de euros en inversiones que sirvan para reforzar los arsenales y la industria en defensa europea, pero los Veintisiete difieren sobre la forma de financiar este plan. Para varios países, la iniciativa de la CE se queda corta y otros, como Alemania y los Países Bajos, rechazan crear eurobonos de defensa.

La propuesta de Bruselas —que llegará en forma de texto legal a la cumbre europea del 21 de marzo— incluye la flexibilización de los fondos de cohesión para su uso en gasto militar, la relajación de las reglas fiscales, que permitirá a los Estados miembros invertir hasta un 1,5 % de su PIB en defensa durante cuatro años y un instrumento que ofrecerá 150.000 millones de euros en préstamos. También se prevé modificar el mandato del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que invierta más en defensa.

Un paso «más allá»

Para el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, el margen fiscal que otorgará el Ejecutivo comunitario supone «un balón de oxígeno» que impulsará las inversiones militares a nivel nacional. «Lo más importante es ver cómo se enmarca ese elemento para que no se vean reducidas otras partidas como las sociales», añadió el ministro, quien se muestra a favor de ir «más allá» y conceder no solo préstamos, sino también subvenciones financiadas con la emisión de deuda europea, recoge Efe.

El ministro de Finanzas polaco, Andrzej Domanski, por su parte, apuntó que la iniciativa de la CE «es un gran paso en la buena dirección» y aseguró que hay «muchas opciones de financiación sobre la mesa» y que los Veintisiete discutirán todas ellas, ya que la financiación es «una parte crucial» del plan. Su homólogo francés, Eric Lombard, coincidió en que es importante impulsar la «autonomía estratégica europea» en materia de defensa.

Varios países, entre ellos España, defendieron hace apenas unos meses la creación de eurobonos en defensa, que servirían para financiar proyectos europeos, pero Alemania y los Países Bajos son reticentes a usar deuda común. «Somos algo escépticos. Distribuir la deuda para que luego cada país actúe a nivel nacional no tiene sentido, pero si hay proyectos europeos, se deben financiar con fondos comunes», subrayó el titular de Finanzas alemán, Jörg Kukies. Instó, además, a impulsar la competitividad europea, ya que «aumentar el margen fiscal solo será posible si hay crecimiento y competitividad.

Los Países Bajos también aseguran que elevar la deuda estructural común —algo que ocurriría con la emisión de eurobonos— no es la solución y su ministro de Finanzas, Eelco Heinen, animó a desarrollar contratos a largo plazo para dar seguridad a la industria europea de defensa.