Pesadilla en una cárcel salvadoreña de los venezolanos deportados por Trump

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Manifestación en Caracas en apoyo a los compatriotas deportas a El Salvador.
Manifestación en Caracas en apoyo a los compatriotas deportas a El Salvador. Miguel Gutiérrez | EFE

Muchos de los enviados al centro de Bukele no pertenecen al Tren de Aragua

23 mar 2025 . Actualizado a las 08:38 h.

Según pasan los días hay más evidencias de que muchos de los 238 presuntos miembros de la banda criminal venezolana Tren de Aragua (TdA) enviados por Estados Unidos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador, no solo no son pandilleros, sino que ni siquiera son criminales. A pesar de ello, la Administración Trump se niega a ofrecer información sobre una medida polémica tanto en EE.UU. como en Venezuela.

Familiares de al menos nueve de los deportados a la cárcel de alta seguridad salvadoreña han salido a defenderlos, mientras, desde Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) se argumenta como principal evidencia de pertenecer al TdA la presencia de tatuajes en los deportados. 

El escudo del Real Madrid

El argumento es tan endeble que la banda venezolana ni siquiera se distingue por usar tatuajes específicos (a diferencia, por ejemplo, de la Mara Salvatrucha). Contra Jerce Reyes, exfutbolista venezolano semiprofesional que entró legalmente con un visado de asilado en EE.UU., se usó como prueba de su pertenencia al Tren de Aragua un tatuaje del escudo del Real Madrid, según Alex Nowrasteh, vicepresidente del centro de estudios liberal Cato Institute. 

Medios estadounidenses publicaron este viernes la primera lista extraoficial de los 238 venezolanos enviados al Cecot, así como un supuesto documento de agencias de inteligencia estadounidenses, entregado hace un mes al Gobierno de Trump, en el que se señala que el Tren de Aragua no representa una amenaza para el país y no tiene lazos con el régimen de Nicolás Maduro.

Ambos argumentos fueron los utilizados por Trump para la deportación de venezolanos e, incluso, la prohibición de entrar en EE.UU., invocando la Ley de Enemigos Extranjeros de 1789, cuya ejecución se encuentra suspendida ahora por un juez federal.

En el pobrísimo barrio de Los Pescadores, en Maracaibo, se produjo esta semana una protesta contra la deportación. En el vídeo publicado por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, fueron identificados cuatro vecinos que cruzaron en el 2023 la frontera hacia el sueño americano. Los nombres de tres de ellos aparecen en la lista publicada el viernes. «Salieron a buscar un sueño que se volvió una pesadilla (...) que están viviendo todos los venezolanos en EE.UU.», señaló Mercedes Yamarte, la atribulada madre de Merwin. «Sus ojos me pedían a gritos que lo ayudase», dijo tras ver el vídeo tomado en la prisión.

La decisión de Trump ha agravado la ya agria polarización en Venezuela. La líder opositora María Corina Machado fue acusada de «tibieza» por un comunicado en el que no se opone frontalmente al envío al Cecot de sus connacionales. El régimen de Maduro, por decir que «hará todo lo necesario» para la repatriación de los venezolanos apresados, para los que exigió un «debido proceso» que niega a los más de mil presos políticos del país.

La medida ha abierto un brecha en el Partido Republicano entre los más cercanos a Trump y el llamado lobi de Florida encabezado por Marco Rubio. El propio secretario de Estado afirmó que si alguno de los venezolanos ingresados en el Cecot no pertenece al Tren de Aragua «puede ser enviado a su país», profundizando la duda sobre qué evidencia se usó para una medida tan extrema.