Rescatadas con vida tres personas tres días después del terremoto en Birmania

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Los equipos rescatan a un superviviente del edificio Sky Villa, en la ciudad birmana de Mandalay.
Los equipos rescatan a un superviviente del edificio Sky Villa, en la ciudad birmana de Mandalay. NYEIN CHAN NAING | EFE

Los equipos de rescate enviados por China rescataron a los supervivientes, entre ellas una mujer embarazada y un niño, de entre los escombros de dos edificios en Mandalay

31 mar 2025 . Actualizado a las 21:38 h.

Tres días después del terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el viernes Birmania, la ayuda apenas llega a las zonas más afectadas, mientras la cifra de fallecidos se eleva ya a más de 2.000 y la de heridos, a más de 3.000.

El portavoz de la Junta Militar que detenta el poder desde el golpe de Estado del 2021, Zaw Min Tun, informó de que el número de muertos aumentó a 2.056 y el de heridos a más de 3.900. Mientras, el Gobierno de Unidad Nacional (NUG, en sus siglas en inglés), opuesto al régimen militar y que controla algunas zonas del país, entre ellas partes afectadas por el seísmo, elevó en su último boletín los fallecidos a 2.418. Unas cifras que se quedan cortas, según el balance de medios locales independientes, como el portal Mizzima, que eleva los muertos a 3.000.

El despliegue de la ayuda avanza a cuentagotas, con rescatistas y personal humanitario sorteando numerosas dificultades para llegar a las zonas más afectadas, en las regiones de Sagaing y de Mandalay, con las ciudades homónimas entre los lugares más perjudicados. Imágenes aéreas muestran la destrucción de Mandalay, con montañas de escombros y grandes edificios derruidos en la que es la segunda urbe más grande del país.

Cuatro rescatados vivos

Entre los equipos que llegaron a Birmania, se encuentran rescatistas de China y Rusia, países con los que la Junta mantiene relaciones y con más facilidad, por tanto, para el acceso. Rescatistas chinos evacuaron a primera de este lunes a cuatro personas, entre ellas un niño de cinco años y una embarazada, mientras miembros del equipo de rescate ruso instalaron sus tiendas de campaña cerca del estadio de Mingalar Thiri.

Al cierre de, al menos, dos aeropuertos —entre ellos, el de la capital, Naipyidó, y el de Mandalay— y al destrozo de carreteras y puentes, se añaden los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y las guerrillas, que suponen otro obstáculo en el acceso a lugares afectados. El NUG denunció este lunes que los bombardeos militares continúan pese a la tragedia natural, con al menos once desde el seísmo y un total de diez fallecidos.

La enviada especial de la ONU para Birmania, Julie Bishop, pidió un cese de las hostilidades para concentrar los esfuerzos en ayudar a las víctimas. «La continuación de las operaciones militares en zonas afectadas por la catástrofe entraña el riesgo de que se pierdan más vidas», indicó.

Actores humanitarios mantienen conversaciones con la Junta para que emitan con prontitud los visados a personal especializado en la atención de desastres, mientras se deniega la entrada a la prensa extranjera para cubrir el terremoto.

Entretanto, en Tailandia, al menos trece cadáveres fueron recuperados de entre los escombros de un rascacielos derrumbado en Bangkok por el impacto del seísmo. Hay decenas de desaparecidos.