La CDU presiona a Merz para que no ceda ante los socialistas

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

El presidente de la CDU, Friedrich Merz, antes de reunirse con el principal grupo negociador.
El presidente de la CDU, Friedrich Merz, antes de reunirse con el principal grupo negociador. R. KEUENHOF | EFE

Las negociaciones para formar un Gobierno de coalición se alargan mientras crece el miedo de los conservadores al adelantamiento de la extrema derecha alemana

07 abr 2025 . Actualizado a las 21:54 h.

El proceso de formación de un Gobierno de coalición en Alemania se alarga. Los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) presionan a su líder, Friedrich Merz, para que no haga concesiones al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Temen, vistas las últimas encuestas, el adelantamiento de la ultraderecha. En la cuarta semana de negociaciones, la CDU ha establecido sus prioridades para formar un Ejecutivo con sus hermanos de la bávara Unión Socialcristiana (CSU) y con los socialistas del SPD. «Resulta más urgente que nunca que Alemania recupere su competitividad internacional, cuestión que debe ahora centrar las negociaciones de coalición», manifestó Merz, previsiblemente próximo canciller federal.

«Necesitamos bajadas de impuestos, una apreciable disminución de la burocracia paralizante, una reducción de los precios de la energía y una estabilización a costa de los sistemas de ayudas y prestaciones sociales», dijo Merz poco antes de sumarse a las delegaciones negociadoras. El relanzamiento de la economía alemana, las finanzas y presupuestos, así como la nueva política para migración y refugiados son los dos temas que mantienen trabajando intensamente a los negociadores de CDU/CSU y SPD, aunque también debaten sobre la reintroducción del servicio militar obligatorio y la transición energética.

Entre tanto crece la presión interna contra Merz para que no haga demasiadas concesiones a los socialdemócratas para poder finalmente acceder a la cancillería federal. Si CDU/CSU no se impone en cuestiones como «migración, economía, pensiones o reducción de la burocracia» en las negociaciones de coalición se verán «amenazadas de insolvencia», advirtió Johannes Winkel, líder de la Junge Union, las juventudes cristianodemócratas. Winkel amenazó con negar el respaldo de su organización a Merz y la Unión si se somete al dictado de la izquierda.

Empate con AfD

Esta presión ha aumentado además tras los últimos sondeos sobre intención de voto —mes y medio después de los comicios legislativos adelantados— que revelan un incremento apreciable del apoyo para la ultraderecha en la misma medida que bajan los conservadores. Dos de las tres encuestas hechas públicas este mes de abril sitúan a cristianodemócratas y socialcristianos bávaros con solo uno o dos puntos de ventaja sobre la populista Alternativa para Alemania (AfD). El más reciente de todos, hecho público este fin de semana por el instituto demoscópico INSA, pronostica incluso un empate entre CDU/CSU y AfD, ambas formaciones con un 24 % de votos.

El alza imparable de la ultraderecha no hace sino confirmar la creciente desconfianza del electorado en la capacidad negociadora de Merz y los conservadores. La impresión que queda para muchos votantes es que el líder de la CDU quiere gobernar a toda costa y con tal de conseguirlo está dispuesto a ceder en muchas cuestiones ante los socialdemócratas. Lo que parece ya seguro es que, de haber acuerdo de coalición, el nuevo gobierno no asumirá responsabilidades antes de Semana Santa. Primero tienen que dar luz verde al contrato las bases del SPD.