Putin busca sacar pecho de su influencia en un desfile del 9 de mayo con presencia de líderes mundiales

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Vladimir Putin junto al presidente chino, Xi Jinping, en el 80 aniversario de la derrota de la Alemania Nazi.
Vladimir Putin junto al presidente chino, Xi Jinping, en el 80 aniversario de la derrota de la Alemania Nazi. Ivan Sekretarev / Mikhail Korytov | REUTERS

Por parte de la UE tan solo acudió a Moscú el primer ministro eslovaco, Robert Fico

09 may 2025 . Actualizado a las 10:42 h.

El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró hoy durante la parada militar en la plaza Roja que todo el pueblo apoya a los soldados que participan en la campaña militar rusa en Ucrania desde el 24 de febrero del 2022. «Todo el país, la sociedad, el pueblo apoya a los participantes en la operación militar especial. Nos sentimos orgullosos de su valentía y tesón, esa fuerza de espíritu que nos ha otorgado siempre y únicamente la victoria», dijo Putin durante su intervención desde la tribuna instalada delante del Mausoleo de Lenin.

Putin, junto al que estaba sentado el líder chino, Xi Jinping, y una treintena de mandatarios extranjeros, pronunció estas palabras con ocasión del 80 aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi. Subrayó que los antepasados de los rusos «encargaron» a sus descendientes «proteger la patria, estar unidos, defender firmemente los intereses nacionales, su milenaria historia, cultura, valores tradicionales y todo lo que es valioso y sagrado para nosotros»

Al mismo tiempo, rindió tributo al papel jugado por los países aliados en la derrota de las tropas hitlerianas. «Siempre recordaremos que la apertura de un segundo frente en Europa después de las decisivas batallas en territorio de la Unión Soviética acercó la victoria», dijo.

Añadió que Rusia valora «altamente la contribución a nuestra victoria común de los soldados de los ejército aliados, los participantes en la resistencia, el valiente pueblo chino y a todos aquellos que combatieron en pos de un futuro en paz». «La completa derrota de la Alemania nazi, la militarista Japón y sus satélites en diversas regiones del mundo se logró gracias a los esfuerzos conjuntos», señaló.

Putin también aseguró que Rusia seguirá combatiendo la tergiversación de la historia de la contienda mundial, la rehabilitación del nazismo y las brutalidades que siguen cometiendo los abanderados de esas «destructivas ideas». «Rusia es y será un muro infranqueable para el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo. La verdad y la justicia están de nuestro lado», dijo.

Durante su discurso pidió un minuto de silencio por los millones de caídos en guerra contra el nazismo y la lucha por la libertad de toda la humanidad. Seguidamente, por el empedrado de la plaza desfilaron más de 11.500 soldados rusos y de otros trece países, y harán lo mismo más de 130 máquinas de guerra, incluidos misiles intercontinentales y drones de asalto.

Apoyo internacional 

Pero más allá del siempre abrumador despliegue militar y armamentístico de este desfile, la cita contó con la presencia de una quincena de jefes de Estado, además de representación a nivel de gobierno en otros casos —como Sudáfrica, Vietnam, o Indonesia—, que en total suponen el 20 % del PIB y más del 22 % de toda la población mundial.

A la ya mencionada participación de Xi, destaca la de los presidentes de Serbia, Aleksandar Vucic; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Venezuela, Nicolás Maduro; de Egipto, Abdelfatá al Sisi; así como la de un habitual en cualquier asunto organizado por Moscú, el bielorruso Alexander Lukashenko.

Asistieron también el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, o el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel. La participación del jefe de la junta militar de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, muestra esa cada vez mayor influencia de Rusia en África, sobre todo en la región del Sahel, después de la continua pérdida de prestigio de Francia entre sus antiguas colonias.

Representación europea

Por parte de la UE no faltó uno de los escasos aliados de Putin, el primer ministro eslovaco, Robert Fico. No así Viktor Orbán. Hungría rechazó la invitación alegando que no iría «aunque hubiera buenas relaciones entre Rusia y Occidente» ya que el fin de la II Guerra Mundial supuso una de las peores derrotas de su historia.

La Unión Europea ya advirtió estos días de que tomaría nota de sus miembros que asistieran, como es el caso de Eslovaquia, así como de aquellos con aspiraciones a formar parte del grupo de Bruselas, como es la Serbia de Vucic, que ha visto cómo los bálticos restringían su espacio aéreo para dificultar su llegada a Moscú.

Otra de las ausencias notables es la de Narendra Modi. El primer ministro indio canceló su invitación después del aumento de unas tensiones con Pakistán, que han acabado por estallar definitivamente esta semana con bombardeos entre ambos países.