Los 300 habitantes de la pequeña localidad de Blatten fueron evacuados hace días por la inestabilidad de la zona: «Sabíamos que era cuestión de tiempo»
29 may 2025 . Actualizado a las 16:49 h.Una avalancha de hielo, rocas y barro sepultó este miércoles casi por completo el pequeño pueblo de Blatten, en el cantón suizo de Valais, dejando tras de sí un paisaje irreconocible y cientos de evacuados. El colapso del glaciar Birch arrastró cerca de 3,5 millones de metros cúbicos de material que descendió por la ladera a gran velocidad, cubriendo el 90 % del casco urbano, dejando sin hogar a unas 300 personas y causando al menos un desaparecido.
Imágenes captadas con drones muestran un manto gris que cubre donde antes había casas, caminos y praderas. El desprendimiento no pilló por sorpresa a las autoridades. Desde mediados de mes, varios fragmentos de roca empezaron a caer del glaciar. Un proceso que fue aumentando conforme pasaron los días. «Sabíamos que era cuestión de tiempo», explicó Kamal Weiss, experto que monitoreaba la zona. «La ladera estaba saturada por el agua del deshielo y el glaciar se había convertido en una cuña inestable entre la roca y el vacío. Fue un desastre natural, sí, pero no una sorpresa». Las autoridades ordenaron la evacuación de los habitantes el pasado 19 de mayo.
El impacto económico es considerable, dada la destrucción de infraestructuras locales. Además, el bloqueo del río Lonza, afectado por la avalancha, ha generado una nueva alerta por posibles inundaciones en los próximos días, lo que añade riesgo a una zona ya comprometida.
Varios expertos han señalado que el caso de Blatten es una advertencia más sobre las consecuencias del cambio climático en las regiones de montaña, donde zonas antes consideradas seguras podrían volverse inestables en los próximos años.