Corea del Sur opta por el cambio y elige al progresista Lee como nuevo presidente
INTERNACIONAL
Su principal reto es cerrar seis meses de crisis política y devolver la estabilidad al país
04 jun 2025 . Actualizado a las 15:19 h.Los surcoreanos votaron este martes por el cambio y eligieron como su nuevo presidente al progresista Lee Jae-myung, que tiene como reto devolver la estabilidad y la confianza democrática a Corea del Sur. La victoria del candidato de centroizquierda se celebró delante del Parlamento y en las mismas calles en que miles de surcoreanos se manifestaron el pasado diciembre contra la breve proclamación de la ley marcial por parte del anterior jefe de Estado, Yoon Suk-yeol, que provocó una grave crisis política.
La euforia era evidente. El triunfo del líder de la oposición y candidato del Partido Demócrata (PD) representa la victoria contra los que querían un regreso a los tiempos del control miliar. En su comparecencia Lee destacó que su victoria refuerza el poder del pueblo. Se comprometió a impulsar la economía y a priorizar la coexistencia pacífica entre las dos Coreas y luchar por la unidad nacional.
Lee Jae-myung ha ganado las elecciones con el 49 % de los votos frente al 41 % de su contrincante Kim Moon-soo, del gobernante Partido del Poder Popular (PPP). La participación ha superado el 79 %, la más alta de los últimos 28 años.
Los más de cinco puntos de diferencia fortalece la nueva presidencia y representa toda una sanción para el conservador PPP. La decisión del derrocado presidente Yoon Suk-yeol de declarar la ley marcia ha sido penalizado en las urnas.
Seis meses de crisis
El nuevo presidente debe cerrar seis meses de crisis y encarar los problemas que tiene el país. La economía vive un período frágil. Corea del Sur es muy dependiente de las exportaciones y los aranceles de Trump son un grave problema. Las negociaciones con Estados Unidos necesitan una presidencia fuerte. El país también requiere estabilidad para restaurar la confianza internacional.
El programa del ganador de las elecciones contempla revitalizar la economía, controlar el poder de los grandes conglomerados familiares, aumentar el gasto público y mejorar la protección laboral. También reducir la dependencia del carbón.
En comparación a su anterior campaña electoral, en esta ocasión Lee ha moderado su mensaje y se ha alejado de propuestas demasiado radicales. Aunque sostiene que en política exterior Corea del Sur debe defender sus intereses, ha ratificado que Estados Unidos es su principal aliado.
El nuevo presidente tendrá la ventaja de que su partido tiene mayoría parlamentaria y podrá gobernar sin oposición a sus iniciativas legislativas.
Si algo se ha resaltado de la figura de Lee Jae-myung es su resiliencia. Lee ha hecho campaña con un chaleco antibalas y ha dado mítines protegido por un cristal blindado. Desde que lanzó su candidatura ha recibido amenazas de muerte. En su caso sabe que esas amenazas no debe tomarse a la ligera. A principios del 2004 fue víctima de un atentado en Busan, a manos de un hombre que lo apuñaló en el cuello, y tuvo que ser operado. El atacante confesó que quería matarlo para evitar que fuera presidente.
Lee se aleja del currículo clásico de la clase política. Nacida en una familia pobre, empezó a trabajar de forma ilegal en una fábrica a los 12 años de edad. Un accidente laboral le dejó secuelas permanentes en el brazo izquierdo. Consiguió con becas estudiar Derecho. Inspirado por la figura del que fue presidente Roh Moo-hyun se dedicó a la defensa de los derechos humanos en los años ochenta. Entró en política en el 2004 y fue elegido alcalde de Seongnam en el 2010 y posteriormente gobernador de la provincia de Gyeonggi, la más poblada del país. En el 2017 se presentó a las primarias del Partido Demócrata para ser candidato pero no lo consiguió hasta seis años después. En las elecciones del 2023 perdió por un estrecho margen contra Yoon. En este 2025 lo ha logrado.