Las protestas se extienden por EE.UU. y Trump amenaza con enviar al Ejército
INTERNACIONAL

El mandatario llama «animales» a quienes apoyan a los inmigrantes
12 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El «abuso de poder» que, según el gobernador de California, Gavin Newsom, está cometiendo Donald Trump al desplegar a los marines y la Guardia Nacional para sofocar las protestas en Los Ángeles contra las redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) amenaza con extenderse a otros puntos de Estados Unidos. «California es el primer paso. Esto no terminará aquí. Le seguirán otros Estados. Le seguirá la democracia», advirtió Newsom.
La chispa de California ha encendido una mecha con manifestaciones en una veintena de ciudades, como Nueva York, Boston, Chicago, Dallas, Tampa, San Francisco, Seattle, Filadelfia, Atlanta y Nueva Orleans. Ante esta extensión, Trump recordó que la demostración de fuerza realizada estos días en Los Ángeles es la prueba de que no tolerará más disturbios. Está dispuesto a recurrir, como en California, al Ejército. El líder republicano cargó contra los manifestantes, a los que llamó «animales» y «basura desastrosa llena de criminales».
Tras el despliegue en California, la Guardia Nacional también ha comenzado a actuar en Texas. Allí ha sido el gobernador, el republicano Greg Abbott, el que ha solicitado la intervención militar para acabar con las protestas y ayudar a los agentes antiinmigración en las operaciones para detener a migrantes irregulares.
La tensión no deja de subir en EE.UU., donde el foco está puesto en el duelo entre Newsom y Trump. El gobernador californiano asegura que la democracia «está bajo un ataque» y acusa al presidente de una deriva hacia el «autoritarismo» tras haber ordenado por su cuenta el despliegue de 4.800 miembros de la Guardia Nacional y marines en Los Ángeles.
En el discurso crítico más duro que se recuerda de un líder estatal contra la máxima autoridad del país, Newsom pidió a los estadounidenses que «reflexionen sobre este momento peligroso» y comparó al líder republicano con «otros dictadores fallidos».
Nunca en la historia política reciente de EE.UU. se han cruzado acusaciones de este voltaje, con la única excepción de las que rodearon el triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones del 2020 y desembocaron en el asalto al Capitolio en enero del 2021. Trump, en un árido discurso en la base militar de Fort Bragg, echó más leña al fuego: llamó al gobernador de California «Newescoria» y calificó los disturbios en Los Ángeles como una «invasión extranjera», al remarcar la presencia de banderas extranjeras (sobre todo, de México) en las movilizaciones.
«Los incompetentes Newsom y Bass [alcaldesa de la ciudad] pagan a los alborotadores e insurrectos en un intento de anular la ley federal y ayudar a la ocupación de la ciudad por invasores criminales», bramó Trump. En su opinión, Los Ángeles habría «sucumbido» si él no hubiera enviado a la Guardia Nacional.
Los ciudadanos pasaron su primera noche bajo el toque de queda decretado por la alcaldesa para evitar que las protestas en las calles sean aprovechadas por delincuentes que asaltan los comercios —al menos 25 fueron reventados—. Hubo «arrestos masivos», según la policía. Los marines y la Guardia Nacional han comenzado a escoltar a los agentes antiinmigración en las redadas, en una imagen inédita que muchos comparan con la «toma militar» y una especie de «estado de sitio» de Los Ángeles.
Al Gobierno de California le queda la baza de la denuncia contra la Casa Blanca por violar su soberanía después de que un juez federal haya denegado su solicitud para que el Pentágono retire las tropas de Los Ángeles. El magistrado, Charles Breyer, es un exfiscal del caso Watergate de tendencia liberal, que fue nominado por primera vez al Banco Federal por Bill Clinton en 1997. Su fallo abre la puerta a que el Departamento de Defensa mantenga a los militares desplegados en la ciudad californiana durante los próximos sesenta días. Trump, que ha visto cómo muchas de sus medidas económicas y administrativas tienen efectos negativos o chocan con los tribunales, se aferra a la lucha contra la inmigración. Sabe que parte de la ciudadanía le apoya.
Pero también recibe muchas críticas. Newsom desveló ejemplos de las detenciones realizadas para demostrar que se trata de una acción generalizada y no solo centrada en personas con antecedentes «peligrosos», como justifica el Gobierno republicano. Citó el caso de una mujer en avanzado estado de gestación y el arresto de una niña de cuatro años. «Si algunos de nosotros pudieran ser secuestrados de la calle sin orden judicial, basándose únicamente en la sospecha o el color de piel, entonces ninguno estaría a salvo», denunció el gobernador. «Los regímenes autoritarios empiezan por atacar a las personas con menos capacidad de defensa. Pero no se detienen ahí».