El pontevedrés repatriado desde Irán: «Fun detido e interrogado horas por gravar un vídeo»

INTERNACIONAL

Las gestiones del diputado nacionalista Néstor Rego con el Ministerio de Asuntos Exteriores facilitaron su liberación
21 jun 2025 . Actualizado a las 22:10 h.Foni Díaz, viajero empedernido, el pontevedrés que quedó atrapado en Irán tras sorprenderle el ataque de Israel haciendo turismo en el país, puede contar ahora que ha estado detenido. «Pasei moito medo. Fun detido, trasladado a un centro policial como un trofeo e interrogado horas por gravar un vídeo». No era la primera vez que tomaba imágenes en Irán, pero sí después de que empezasen los bombardeos y fuese confinado en un hotel en solitario. No lo había contado hasta ahora por recomendación del personal diplomático que lo ha asistido para culminar su repatriación con éxito.
Todo sucedió en un zoco casi desierto. «Detívome un home novo, que me levou a un centro policial e non facía mais que berrar: ‘Israel, Israel', mentres me ensinaba aos que debían ser os seus superiores». Luego llegaron horas de interrogatorio en el que Foni Díaz no se podía imaginar que «acabaría falando galego portugués co meu interrogador». Así fue. El agente que lo sometió a un arduo interrogatorio había estado destinado en Brasil y, gracias al idioma en común, se pudieron ir limando las cosas. Por el idioma y por otra casualidad que Foni celebra. «Chamoume nese momento Nestor Rego (diputado del BNG en el Congreso), co que eu estaba en contacto. Dixéronme que puxera o altavoz e que falara en inglés, que non o fala nin el nin eu, pero acertei a dicirlle que estaba preso». Las gestiones del diputado nacionalista con el Ministerio de Asuntos Exteriores facilitaron su liberación y su larga repatriación posterior a España.
Este sábado atendía a La Voz desde Madrid antes de emprender este domingo viaje hasta Pontevedra todavía con el susto en el cuerpo. Durante su detención no dejaba de pensar en el español Santiago Sánchez Cogedor, detenido y encarcelado en octubre del 2022 en Irán tras visitar la tumba de Mahsa Amini, la joven kurda muerta bajo custodia tras haber sido arrestada por llevar mal el velo. Cogedor no fue liberado hasta más de un año después, tras arduas gestiones diplomáticas por parte de España. «Paseino mal», reconoce ahora Díaz.
La vuelta a casa arrancó a las cinco de la mañana en un taxi que lo llevó del hotel, en el que era ya el único huésped, hasta la delegación diplomática en Irán. Desde allí, un viaje de 16 horas en tres autobuses, donde se repartieron los 44 evacuados, hasta la frontera con Armenia. Allí, transbordo hasta otro autobús y otras 8 horas de trayecto para llegar a Ereván, la capital. El avión militar que los tendría que llevar a casa aún tardaría otras siete horas en llegar, porque estaba dejando ayuda en el Líbano. Una vez a bordo, entre material de ayuda, contenedores y la tripulación, los repatriados pasaron otras diez horas de vuelo hasta Torrejón de Ardoz, en Madrid. «Os militares eran moi bos rapaces, tratáronnos moi ben», comenta.
No sabe aún cuál será su próximo destino y destaca que para hablar de los países y las culturas hay que conocerlas sobre el terreno. Ahora conoce Irán antes y después de la guerra, como turista y como detenido. Y no abdica de sus convicciones: «Eu condeno o que está a facer Israel. E creo en Palestina», concluye.