La tregua entre Israel e Irán se afianza bajo la presión de la Casa Blanca
INTERNACIONAL

Trump presume de detener la guerra, tras abroncar a ambos países por violar el alto el fuego. Netanyahu cedió tras una llamada telefónica y el presidente iraní proclamó en un mensaje a la nación el «fin de la guerra»
25 jun 2025 . Actualizado a las 12:28 h.La mañana del martes se pudo palpar un suspiro de alivio en todo Oriente Medio, después de la entrada en vigor del alto el fuego anunciado unas horas antes por el presidente Donald Trump, tras doce días de conflicto entre Israel e Irán que amenazaba con desestabilizar la región.
No obstante, las horas siguientes a la declaración de la tregua se hizo evidente su fragilidad, pues tanto Irán como Israel se intercambiaron varios misiles. Trump llegó a presionar a ambos con un lenguaje crudo para que cesaran de una vez los ataques. «Básicamente, tenemos dos países que llevan tanto tiempo luchando que ya no saben qué coño están haciendo», dijo un Trump frustrado poco antes de subirse al Air Force One con destino a La Haya (Países Bajos) para participar en la cumbre de la OTAN.
Una hora y media después de la entrada en vigor del alto el fuego a las 7.00 horas, el Ejercito israelí afirmó haber detectado el lanzamiento de un par de misiles desde Irán y prometió «atacar con fuerza». Entonces, Trump lanzó un mensaje contundente a su aliado Benjamin Netanyahu: «No lances esas bombas. Si lo haces, será una grave violación. Trae tus pilotos a casa ahora!». Netanyahu no le hizo caso, y sus fuerzas aéreas llevaron a cabo un bombardeo contra un radar iraní.
Pero, tras el último intercambio de ataques y una llamada telefónica de Trump a Netanyahu, el estrépito de las bombas cesó.
«¡Fue un gran honor!»
Horas después, el presidente elogió a ambos países por buscar el fin de los combates y se atribuyó el mérito de lograrlo. «¡Tanto Israel como Irán querían detener la guerra por igual!», escribió en Truth Social. «¡Fue un gran honor para mí destruir todas las instalaciones y capacidades nucleares, y luego detener la guerra!».
Los movimientos de Teherán y Tel Aviv sugieren que ambos apuestan por mantener el alto el fuego. Algo que se confirmó anoche por parte de Irán, cuando su presidente, Masud Pezeshkian, proclamó en un mensaje a la nación el «fin de la guerra».
El balance final de estos doce días de guerra ha sido muy diferente: en Irán las víctimas mortales se elevan al menos 610, mientras en Israel no llegan a 30. Esta disparidad da una idea del equilibrio actual de fuerzas entre dos países que hace décadas mantuvieron una especie de guerra fría por la hegemonía regional que se calentó tras los ataques de Hamás el 7 de octubre del 2023.
En principio, el acuerdo de tregua implica tan solo un cese de las hostilidades. Al menos, no se ha filtrado la existencia de un pacto más amplio sobre cómo abordar la raíz del conflicto, el programa nuclear del país presa, que tanto iraníes como estadounidenses quieren emplazar bajo una estricta tutela internacional que haga imposible que Teherán pueda fabricar secretamente el arma atómica.
Ahora bien, lo más probable es que durante las próximas semanas se reanuden las conversaciones entre Washington y Teherán que se interrumpieron el pasado día 13 con el primer bombardeo israelí. De ser así, el régimen islámico acudirá a la mesa de negociaciones en una posición de una mayor debilidad, con buena parte de sus instalaciones nucleares severamente dañadas. Este era el gran objetivo de Trump, además de evitar una gran guerra regional que arrastrara a EE.UU. De ahí su empeñó en consolidar la tregua, algo que finalmente consiguió después de una llamada con Netanyahu.
Pero esa no fue la única conversación telefónica que mantuvo a bordo del Air Force One. El presidente Vladimir Putin se ofreció a mediar con su aliado persa. «No necesito ayuda con Irán. Necesito ayuda contigo», le espetó el líder estadounidense en referencia al comportamiento de Rusia en la guerra de Ucrania.
La Guardia Revolucionaria arresta a otro europeo acusado de espionaje
La Guardia Revolucionaria iraní arrestó a otro ciudadano europeo bajo la acusación de llevar a cabo labores de espionaje en zonas «militares» y «sensibles» en la provincia de Hormozgán (en el litoral norte del estrecho de Ormuz), sin detallar su nacionalidad.
El detenido entró en el país con visado turístico con la «misión de recopilar información de centros sensibles e importantes» y tenía en su posesión imágenes de zonas «desérticas del país», informó la agencia Tasnim, vinculada con la Guardia Revolucionaria. Tenía en su poder una tarjeta telefónica y varios móviles «para realizar sus actividades», añade.
El pasado viernes, otro europeo fue arrestado acusado de espionaje. Desde el inicio de la ofensiva israelí, las fuerzas de seguridad han detenido a numerosos iraníes y algunos extranjeros por supuestamente colaborar con el Mossad. En lo que se denomina diplomacia de los rehenes, la república islámica ha usado a detenidos extranjeros, en especial a iraníes con doble nacionalidad, como medida de presión o para intercambio de prisioneros con otros países.
La oenegé Iran Human Rights (IHRNGO) ha denunciado un aumento de las medidas represivas en estos dos días de conflicto, con más de 200 arrestados. Además, dos presos políticos, Alí Younesi y Hamid Kashani, fueron trasladados sin aviso de la prisión de Evin a un lugar desconocido.