Starmer saca adelante su reforma de las ayudas a la dependencia tras descafeinarla de nuevo
INTERNACIONAL

Se ha visto obligado a hacer concesiones en pleno debate parlamentario y horas antes de que los diputados la votaran
03 jul 2025 . Actualizado a las 21:21 h.Keir Starmer ha visto cómo la amplia mayoría que su partido tiene en el Parlamento no es un cheque blanco. El primer ministro británico ha logrado que la Cámara de los Comunes apruebe su controvertida reforma a las ayudas para los discapacitados e incapacitados de larga duración. Sin embargo, en pleno debate parlamentario, ha tenido que hacer nuevas concesiones para lograr el respaldo de parte de los diputados laboristas que se oponían a la iniciativa, unas cesiones que en la práctica han diluido la iniciativa.
El llamado proyecto de Ley sobre el Crédito Universal y el Pago por Independencia Personal fue aprobado este martes por 335 a favor y 260 en contra, tras una larga, agónica y por momentos estrambótica sesión, en la que el Ejecutivo estuvo haciendo promesas y ofertas a los laboristas disidentes casi hasta el último momento para evitar que la iniciativa naufragara.
La aprobación es una victoria agridulce para Starmer, quien no logró aplacar la revuelta que se estaba cocinando entre sus filas. Esto, a pesar de que la semana pasada, el premier suavizó el proyecto en un intento por apaciguar a los más de 120 diputados laboristas que los medios aseguraban que se opondrían a los cambios, que buscan hacer más difícil la obtención de prestaciones a los discapacitados y a quienes no pueden trabajar a causa de problemas físicos o mentales.
Menos ahorro del previsto
El Gobierno esperaba inicialmente ahorrar 5.000 millones de libras (6.900 millones de euros) al año para el 2030 con sus reformas. No obstante, tras ceder a la presión de los legisladores disconformes y anunciar que las nuevas normas solo se aplicarán a los futuros solicitantes, no a los millones existentes, analistas estiman que el ahorro probablemente llegará a los 2.000 millones de libras (2.330 millones de euros).
Pese a que esta es la tercera rectificación en semanas que protagoniza el Gobierno, la ministra de Trabajo, Liz Kendall, insistió en que lo ocurrido fue una victoria. Así, tras asegurar que «la reforma de la asistencia social, siendo sinceros, nunca es fácil, sobre todo para los gobiernos laboristas», agregó que «escuchar es una fortaleza en política».
Esta opinión no fue compartida por algunos colegas como la diputada laborista Rachael Maskell, una de las principales opositoras de la medida, quien entre lágrimas afirmó que los recortes «pertenecen a otra época y a otro partido». Otros legisladores oficialistas pidieron que el texto íntegro fuera desechado.
Desde la oposición también lanzaron duras críticas. «La credibilidad económica de este Gobierno se ha derrumbado», declaró la diputada conservadora Helen Whately, quien dijo que la reforma «se ha desintegrado».