Le Pen salva a Bayrou en la octava moción de censura en apenas seis meses

Enric Bonet PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

El primer ministro francés, Francois Bayrou, en la sesión celebrada en la Asamblea
El primer ministro francés, Francois Bayrou, en la sesión celebrada en la Asamblea Tom Nicholson | REUTERS

La abstención de la derecha radical evita que caiga el Ejecutivo en Francia debido a una iniciativa promovida por los socialistas y que contó con el apoyo de los otros partidos de izquierdas

02 jul 2025 . Actualizado a las 10:39 h.

El margen de maniobra de François Bayrou se reduce cada vez más. El primer ministro de Francia superó este martes la octava moción de censura desde que asumió el cargo hace poco más de seis meses. Esta votación en la Asamblea Nacional reflejó la fragilidad creciente del veterano dirigente centrista, de 74 años. Solo la abstención de los 140 diputados de la formación de Marine Le Pen y sus aliados de la extrema derecha evitó que cayera el Gobierno. La moción, presentada por el Partido Socialista (PS), obtuvo 189 votos a favor y se quedó a un centenar de superar el umbral de la mayoría absoluta. Toda una advertencia para el futuro.

Cuando asumió el cargo en diciembre, Bayrou contaba con dos bazas para intentar resistir a la fragmentación parlamentaria. Por un lado, la estrategia de la ultraderechista Agrupación Nacional de mostrarse como una oposición responsable y dejarlo gobernar, al menos unos meses. Por el otro, logró suavizar la oposición de los socialistas proponiendo una mesa social cuyo objetivo era mejorar la impopular reforma de las pensiones del 2023, que aumentó de 62 a 64 años la edad mínima para jubilarse (con 43 años cotizados para recibir una pensión completa). Esas negociaciones entre la patronal y los sindicatos, sin embargo, concluyeron la semana pasada sin un acuerdo. Y eso comportó que el PS haya endurecido su posición, y presentara la moción, debatida y rechazada este martes.

«Os tendimos la mano, ya que creíamos que un acuerdo era posible entre los socialistas y su Gobierno. (.) Pero si usted se imaginaba que los socialistas se conformarían con medidas descafeinadas, se equivocaba», defendió Estelle Mercier, diputada del PS. La encargada de presentar la censura reprochó a Bayrou que no quiera impulsar una ley únicamente sobre las pensiones, como había insinuado en enero. «Como dijo el expresidente Hollande, el objetivo de esta moción es mostrar que el grupo socialista está en la oposición. Le doy al PS un certificado de oposición, de indignación, de revuelta.», respondió con ironía el premier, que ya había tachado de «broma» esta iniciativa.

El texto de censura contó con el apoyo del resto de las fuerzas de izquierdas (insumisos, verdes y comunistas), así como de algunos diputados del grupo centrista opositor LIOT. Pero no lo votaron los representantes de la derecha radical. Aunque estaba en juego la continuidad del Gobierno, no hubo ningún suspense en la votación de esta tarde en la Asamblea. Le Pen ya había confirmado al mediodía que su grupo no la respaldaría: «Esta censura de hoy no aporta nada a los franceses». «Pero vamos a ser muy vigilantes respecto al presupuesto», avisó la líder ultra.

Advertencia

Aunque el lepenismo no ha apoyado ninguna de las ocho mociones presentadas contra Bayrou, podría cambiar de opinión con el debate presupuestario, previsto para el otoño. El responsable del Ejecutivo detallará a mediados de julio su proyecto de cuentas para el año que viene. Con ese texto, pretende disminuir en 40.000 millones de euros el gasto de público en aras de reducir el elevado déficit de Francia (del 5,8 % del PIB). No obstante, las probables medidas impopulares que conllevará pueden suponer el final del actual Gobierno, compuesto por una coalición entre los partidos afines al presidente, Emmanuel Macron, y la derecha tradicional de Los Republicanos. El primer ministro apenas cuenta con la simpatía de un 17 % de los franceses, según un sondeo reciente, que lo consolidó como uno de los jefes del Gobierno más impopulares en la historia de la Quinta República. Otro estudio indicaba que el 52% apuesta por una censura del Ejecutivo. La opinión pública es uno de los factores que influyen en el comportamiento del partido de Le Pen, que ya decidió sumar sus votos a los de la izquierda para que a finales del año pasado cayera el predecesor de Bayrou, el conservador Michel Barnier. Ahora la novedad es que Macron recuperará a partir del martes de la semana que viene la capacidad de convocar unas elecciones legislativas anticipadas. La posibilidad de otra disolución del Parlamento planea de nuevo sobre Francia.