La luna de miel Putin-Trump se tambalea

M.O.s. M. ayestaran MOSCÚ / EFE JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

Vladimir Putin y Donald Trump, durante una entrevista en Osaka (Japón) en el 2019
Vladimir Putin y Donald Trump, durante una entrevista en Osaka (Japón) en el 2019 EUROPAPRESS

La esperanza de una cumbre entre ambos mandatarios se desvanece, ya que el presidente ruso no quiere una foto para la galería, sino un acuerdo histórico

06 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Apenas seis meses. Eso es lo que ha durado la luna de miel entre los presidente Vladimir Putin y Donald Trump. Las negociaciones de paz entre rusos y ucranianos se han estancado nada más empezar. Según el Kremlin, Putin explicó esta semana por teléfono a Trump que «mientras no sea posible» lograr los objetivos de la conocida como «operación militar especial» por medios diplomáticos, la guerra continuará el tiempo que haga falta.

Las carantoñas de los primeros meses —en Rusia se las prometían felices tras la salida de Joe Biden— han pasado a mejor vida, ya que han dado paso a lo que Moscú llama «la realidad sobre el terreno». «Donde pisa un soldado ruso, eso es nuestro», proclamó Putin. Las cinco primeras conversaciones telefónicas fueron largas y distendidas.

La última duró menos de una hora, según el Kremlin, y demostró que las posiciones de ambos líderes son diametralmente opuestas. La esperanza de una cumbre entre ambos mandatarios se desvanece, ya que Putin no quiere una foto para la galería, sino un acuerdo histórico que revise completamente las relaciones con EE.UU. y la OTAN con Ucrania como paralelo 38. 

Hechos y palabras

Mientras Trump planteaba el jueves la necesidad de un alto el fuego, Putin replicaba que Rusia «no se desviará» ni un ápice de sus objetivos, que consisten en expulsar a los ucranianos de los territorios anexionados —los rusos solo controlan Lugansk casi en su totalidad— y crear una franja de seguridad en el norte del país. Tras hablar con Putin, Trump se mostró «muy decepcionado» al reconocer la falta de avances en las negociaciones para poner fin a casi tres años y medio de hostilidades, declaraciones de las que tomó nota el Kremlin.

La realidad es que mientras estaba ocupada con Irán, la Casa Blanca desvió su atención de lo que ocurría en Ucrania, sensación que no ha pasado desapercibida en Moscú, donde creen que el estadounidense ha perdido interés en Ucrania y podría renunciar al papel de mediador, lo que dejaría a Kiev solo ante el peligro.

La campaña militar rusa se ha intensificado con la llegada del buen tiempo y ha duplicado en los últimos dos meses las ganancias territoriales.