Israel fuerza a Damasco a reconocer la autonomía drusa

Ricard G. Samaranch DAMASCO/ E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Población drusa camina con sus pertenencias en el paso de los Altos del Golán en dirección a Siria
Población drusa camina con sus pertenencias en el paso de los Altos del Golán en dirección a Siria ATEF SAFADI | EFE

Las tropas leales al Gobierno se retiraron de Sueida y las milicias retomaron el territorio perdido en los últimos días

17 jul 2025 . Actualizado a las 20:16 h.

La intervención militar del Ejército israelí cambió el signo de la batalla que tuvo lugar entre el lunes y el miércoles entre las fuerzas de seguridad y las milicias drusas en el suroeste de Siria. Una tregua firmada la noche del miércoles entre el Gobierno de Damasco y los líderes religiosos y militares drusos garantiza la continuidad de la autonomía de facto de la que goza la provincia de Sueida, donde es mayoritaria la comunidad drusa, una escisión del islam chií de hace diez siglos. A primera hora del jueves, las tropas leales a Damasco se retiraron de Sueida, y las milicias drusas retomaron el territorio que habían perdido durante los últimos días de combate.

El estallido de violencia étnica de los últimos días ha sido uno de los peores de la transición siria, que se inició en diciembre con la caída del régimen de Bachar al Asad y el final de una guerra civil de casi 14 años. Según la estimación del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, el balance de víctimas es de al menos 516 fallecidos, lo que incluye la presunta ejecución de civiles y de milicianos por ambos bandos. La integración de las minorías se está revelando como el principal desafío del Gobierno interino sirio, presidido por Ahmed Sharaa, antiguo líder de HTS, una milicia islamista ultraconservadora.

Jordania, Líbano e Israel

Además de Siria, donde representan un 4 % de la población, los drusos viven esparcidos por Jordania, el Líbano e Israel, e históricamente siempre han exhibido un notable carácter guerrero y una fuerte solidaridad de grupo que no entiende de fronteras. Precisamente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha aprovechado este hecho para justificar sus interferencias en Siria, sobre todo después de la caída de Al Asad.

El pasado diciembre, el Ejército de Israel amplió su ocupación de los Altos del Golán sirios, una zona habitada en parte por los drusos. Y en el último estallido de violencia, ha bombardeado posiciones de las tropas leales a Damasco, e incluso la sede del Ministerio de Defensa, una presión que fue clave para que Sharaa firmara la tregua. Además, el Gobierno israelí ha declarado de forma unilateral el sur de Siria «zona desmilitarizada», y ha advertido de nuevos ataques si Damasco no retira todas sus «fuerzas y armas».

En un discurso televisivo dirigido a la nación, Sharaa justificó su decisión de firmar la tregua y retirarse de Sueida para evitar «una nueva guerra a gran escala en el país», haciendo referencia de forma indirecta a la potencia militar israelí. El presidente sirio también agradeció la «eficaz mediación estadounidense, árabe y turca que salvó a la región de un destino incierto». Ahora bien, la victoria drusa puede tener un elevado coste político a largo plazo, pues les ha granjeado la hostilidad de la mayoría musulmana suní, y como muestra de ello, las llamadas de boicot a Sueida que circulan hoy en las redes sociales sirias.