Israel aísla a los gazatíes tras entrar por primera vez en la urbe de Deir al Balah
INTERNACIONAL

Las familias de los rehenes temen por la vida de estos a causa de la operación
21 jul 2025 . Actualizado a las 09:29 h.Por primera vez desde que se inició la invasión de Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre del 2023, Israel decidió ordenar ayer la evacuación de palestinos y la entrada del Ejército en la urbe costera de Deir al Balah, un punto clave para dividir la Franja y aislar a su población, que además vio intensificados los ataques sobre las colas que esperaban ayuda humanitaria en un momento en el que los muertos rozan los 60.000 y en el que se conoció que casi 90 personas han muerto de hambre desde el inicio de la ofensiva.
Deir al Balah era el único paso seguro hacia la costa para permitir el desplazamiento de palestinos. Su invasión por parte de las fuerzas de Tel Aviv «para destruir las capacidades del enemigo y la infraestructura terrorista en la zona mientras expande sus actividades», como dijo el portavoz en árabe del Ejército, Avichai Adraee, supone romper todos los corredores humanitarios y formalizar el hecho de que la población palestina quedará atrapada por sectores, con la zona norte de la Franja inaccesible.
Tel Aviv ordenó que todas las personas de la zona se marcharan a Al Mawasi, la «zona humanitaria» donde se hacinan unos 400.000 refugiados y que, igualmente, ha sido bombardeada por Israel en repetidas ocasiones.
Esta invasión llega en un momento de peligro extremo para la población gazatí. En las últimas 24 horas, Israel se volvió a valer de las «trampas humanitarias» que son los puntos de recogida de alimentos para matar a 81 personas en estos centros, según el Ministerio de Salud gazatí, que además recogió que 86 personas —76 niños y 10 adultos— han muerto de hambre desde el inicio de los ataques israelíes. «Esta es una masacre silenciosa, y el Ministerio de Salud responsabiliza a la ocupación y a la comunidad internacional. Exigimos la apertura inmediata de los cruces fronterizos para permitir la entrada de alimentos y medicamentos», denunció la cartera en un comunicado.
En total, los ataques de ayer contra la ciudad de Gaza, Rafah y otras partes del enclave costero palestino causaron 160 muertos, casi el doble de las cifras diarias que suele dejar Israel en sus operaciones militares.
Miedo al fracaso
El lobi de las familias de los rehenes no tardó en ponerse en pie de guerra contra la decisión del Ejército de invadir Deir al Balah. La ciudad es una zona en la que Hamás retiene a varios de los secuestrados en los ataques del 7 de octubre, y sus parientes temen que sus vidas se puedan poner en peligro, sobre todo habida cuenta de los nulos esfuerzos que el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha puesto en tratar de devolverlos a sus hogares. «Desafortunadamente, a pesar de las manipulaciones y falsas promesas, muchas familias ya han experimentado de primera mano el significado de expandir los combates a la sombra de las negociaciones [de tregua] y la ausencia de un plan de guerra claro», dijo en un comunicado el Foro de Familias de Rehenes.
Washington prometió «importantes novedades» para un alto el fuego para una semana que cierra con más muertos y bajo las acusaciones de Hamás de que Israel sabotea los diálogos en Catar.