Rusia y Ucrania se citan en Estambul por tercera vez con escasas expectativas de paz
INTERNACIONAL

La presión de Trump los ha devuelto a la mesa de negociación
23 jul 2025 . Actualizado a las 21:27 h.El ultimátum del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece haber devuelto a rusos y ucranianos a la mesa de negociaciones en Estambul, donde tendrá lugar esta semana la tercera ronda, aunque las expectativas son pobres. Horas después del anuncio Moscú lanzó 42 ataques con drones sobre Ucrania y causó una docena de heridos.
Por el momento, se desconoce la fecha exacta de la reunión. Solo se sabe el lugar, el palacio otomano de Çiragan en Besiktas, donde ya se celebró la última ronda de conversaciones, el 2 de junio.
Pese al escaso optimismo sobre el resultado de las negociaciones —Rusia ya ha dicho que no espera «ningún avance milagroso»—, ambas partes parecen dispuestas a volver a reunirse una vez ha empezado a contar el plazo de 50 días marcado por Washington el 14 de julio.
Las primeras informaciones han llegado desde la anfitriona, Turquía. Después de varios días de especulaciones, la Presidencia turca informó de que las delegaciones rusa y ucraniana se reunirán este miércoles, en Estambul, pero aún no hay confirmación oficial por parte rusa. Las agencias rusas solo se pusieron de acuerdo sobre el lugar de la reunión, pero informaron indistintamente sobre el miércoles, el jueves y el viernes. El ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, fue más prudente que la Presidencia y aseguró: «La tercera ronda tendrá lugar, según esperamos, esta semana».
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró al comienzo de esta semana que sus asesores le habían informado de que el encuentro sería el 23 de julio y que ayer habría más detalles. Lo único confirmado es que el exministro de Defensa y actual secretario del Consejo para la Seguridad Nacional, Rustem Umérov, será el jefe de la delegación de Kiev.
Aspiraciones de Zelenski
Zelenski aspira a lograr en Estambul la liberación de todos los cautivos y el retorno de los niños ucranianos en manos rusas. Kiev también sigue insistiendo en un alto el fuego de 30 días antes de abordar el arreglo político, pero Moscú, enfrascada en la ofensiva estival en el Dombás y en el norte de Ucrania, se niega categóricamente. El negociador jefe ruso, Vladimir Medinski, cuya elección fue criticada recientemente por la OTAN, no quiso hacer ayer declaraciones a su entrada en la Duma.
Sin confirmar su presencia, el Kremlin descartó que se puedan producir «avances milagrosos» durante la tercera ronda de negociaciones con Ucrania. «Por supuesto, no hay ningún motivo para esperar alguna clase de avance milagroso. Dada la actual situación, esto es difícilmente posible», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Intentó bajar las expectativas de éxito con el argumento de que la agenda de las negociaciones será «muy compleja», ya que las principales posiciones de cada bando están muy alejadas.