Shane Tamura, autor del tiroteo de Manhattan: la promesa del fútbol americano que quiso vengarse pero se equivocó de ascensor

P.A.

INTERNACIONAL

Un hombre con un fusil entra en un edificio de oficinas en el 345 de Park Avenue poco antes de un tiroteo que dejó varios muertos, en el distrito de Midtown Manhattan, en la ciudad de Nueva York.
Un hombre con un fusil entra en un edificio de oficinas en el 345 de Park Avenue poco antes de un tiroteo que dejó varios muertos, en el distrito de Midtown Manhattan, en la ciudad de Nueva York. Surveillance Camera | REUTERS

El joven de 27 años culpaba a la liga estadounidense de padecer una dolencia cerebral vinculada a los golpes repetidos en la cabeza,

29 jul 2025 . Actualizado a las 19:57 h.

Shane Tamura tenía 27 años, un rifle M4 y una nota en la cartera. El lunes por la tarde, abrió fuego en un rascacielos del centro de Manhattan y mató a cuatro personas, entre ellas un policía. Después se suicidó en la planta 33 del edificio. Según las autoridades, su objetivo inicial era la sede de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), a la que culpaba de padecer una dolencia cerebral vinculada a los golpes repetidos en la cabeza, una encefalopatía traumática crónica. Pero se equivocó de ascensor.

Tamura había jugado al fútbol americano en el instituto, en California. Según excompañeros, era un chico callado, competitivo, centrado en el deporte. «Era un gran tipo en general. No causaba ningún problema, en realidad, ni en el vestuario ni en el campo», contó uno de sus antiguos compañeros a medios estadounidenses. No llegó a universidades ni a ligas profesionales. Su carrera deportiva se desvaneció pronto, sin mayores registros. Años después, se mudó a Las Vegas y obtuvo una licencia de armas. No dejó constancia de ningún proceso judicial, pero sí tenía «problemas mentales documentados».

La investigación apunta a que Tamura condujo su coche —un BMW negro— desde Nevada hasta Nueva York en los días previos al ataque. Aparcó en doble fila frente a un edificio de oficinas en Park Avenue, entre las calles 51 y 52. Un rascacielos que también alberga, además de las oficinas de la NFL, la sede de empresas como el gigante de inversiones Blackstone y la firma de asesoría contable y financiera KPMG

Investigadores de la NYPD inspeccionan un agujero de bala en el lugar del tiroteo.
Investigadores de la NYPD inspeccionan un agujero de bala en el lugar del tiroteo. Kylie Cooper | REUTERS

Tamura entró con el arma escondida bajo el brazo. Eran alrededor de las seis y veinte de la tarde. Cruzó el vestíbulo, disparó a un agente de policía que custodiaba la entrada y siguió avanzando. Una mujer y un guardia de seguridad fueron las siguientes víctimas. Luego subió al piso 33, donde abrió fuego de nuevo, esta vez contra trabajadores de una empresa inmobiliaria. Al verse acorralado, se suicidó.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, confirmó que Tamura pretendía llegar a la sede de la NFL, que ocupa varias plantas del mismo edificio. «Tenía una nota consigo. La nota aludía a que sentía que tenía ETC, una lesión cerebral conocida en quienes participan en deportes de contacto. Al parecer, culpó a la NFL por su lesión», declaró en una entrevista con CBS News. Además, en la misma nota pidió que le estudiaran el cerebro y escribió: «No puedes ir contra la NFL, te aplastarán», según informa la CNN. Esa nota, manuscrita y con algunos fragmentos desordenados, ha sido incluida en el sumario. La policía investiga si hubo planificación previa o si actuó solo.

Este ha sido el tiroteo masivo número 254 en Estados Unidos en lo que va de año, según el Gun Violence Archive. La estadística define como masivo cualquier ataque con armas de fuego que deje al menos cuatro víctimas mortales, sin contar al agresor.