Zelenski y los líderes europeos rechazan el «intercambio de territorios» de Trump

C. P. N. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en una imagen del pasado 20 de mayo
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en una imagen del pasado 20 de mayo CONTACTO vía Europa Press | EUROPAPRESS

El presidente de EE.UU. deslizó esta posibilidad, mientras Putin siempre exigió la anexión de cuatro regiones

10 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Vladimir Putin pisará suelo estadounidense casi diez años después. Lo hizo en el 2015, al aprovechar una Asamblea General de Naciones Unidas para verse en Nueva York con Barack Obama. Y lo hará previsiblemente el 15 de agosto, con Trump, mucho más al norte y mucho más cerca de Rusia. Será en Alaska, tal como confirmó el presidente de Estados Unidos, a más de 8.000 kilómetros de Ucrania. La ubicación complace al Kremlin, que incluso ya asegura que se aventura a proponer otro encuentro en Rusia. «La correspondiente invitación ya ha sido enviada», aclaró Yuri Ushakov, asesor de Putin para política internacional.

El jefe del Gobierno ruso vetó al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, de las negociaciones. «La guerra no puede terminar sin nosotros, sin Ucrania», zanjó ayer el mandatario afectado, que reaccionó también a las palabras de Trump. El líder republicano, además de confirmar a Alaska como lugar de reunión, aseguró que el acuerdo de paz pasa por «algún intercambio de territorios». Un aseveración muy poco definida que Zelenski rechaza, primeramente por ir contra la Constitución de su país. La carta magna no permite la cesión de territorios.

Rusia controla gran parte de las regiones de Donetsk y Zaporiyia y la práctica totalidad de Lugansk. Las posturas entre los dos bandos son totalmente opuestas. Rusia exige la anexión de estas regiones y la de Jersón, mientras que Kiev no está dispuesta a ceder ningún territorio. Mientras, la guerra prosigue con el desgaste de tres años y medio de conflicto y un avance muy lento de las tropas del Kremlin. Según el Ministerio de Defensa ruso, ayer tomaron la localidad de Yablunivka, situada entre dos puntos estratégicos ucranianos de la región de Donetsk, Pokrovsk y Kostiantínivka. Desde Kiev se ha acusado a Putin de dilatar al máximo las opciones diplomática con el propósito de alargar su expansión territorial en la guerra.

Zelenski volvió, por segunda vez esta semana, a buscar la complicidad de los líderes europeos. Habló con Emmanuel Macron, el presidente de Francia. «El futuro de Ucrania no puede decidirse sin los ucranianos», aseguró el jefe de Estado galo, que insistió en que los europeos deben ser parte de la solución «porque de ello depende su seguridad». Conversó también con el canciller alemán, Friedrich Merz; el primer ministro británico, Keir Starmer; y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

Un apoyo milmillonario

Muchos de los países de la Unión Europea —existe un sector reducido que rechaza el apoyo sin ambages, liderado por la Hungría de Orbán— han respaldado con armamento y fondos a Ucrania. Al menos 164.800 millones de euros los ha destinado la propia Unión, según datos del Consejo Europeo. Pero tampoco estará presente en ese encuentro con Putin, que supone en la práctica el deshielo del bloqueo diplomático al líder ruso, aunque Trump ya había realizado antes seis llamadas telefónicas directas con el jefe del Kremlin. Salvo el citado Orbán y el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ningún representante de primera línea de los Veintisiete se ha reunido con el presidente de Rusia desde el inicio de la invasión a Ucrania, en febrero del 2022.