Vuelven a detener al salvadoreño Kilmar Ábrego en Baltimore y amenazan con deportarlo a Uganda
INTERNACIONAL

El arrestado, que había sido puesto en libertad el viernes por orden judicial, se ha convertido en un símbolo de la persecución de la Administración Trump contra los migrantes
25 ago 2025 . Actualizado a las 20:57 h.El inmigrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, quien se ha convertido en un símbolo de la persecución de la Administración Trump contra la inmigración, fue detenido este lunes por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) cuando acudía a una visita a los tribunales de inmigración de Baltimore (Maryland) tres días después de haber sido puesto en libertad en Tennessee, según informó su abogado.
«Nuestro cliente, un hombre de extraordinario coraje, se reportó esta mañana al ICE, como se le requería. Fue detenido inmediatamente. Ahora el Gobierno busca deportar al señor Ábrego a Uganda como castigo, a pesar de que Costa Rica está dispuesta a aceptarlo como refugiado», indicó su defensa en declaraciones recogidas por Efe.
«La campaña de venganza del Gobierno continúa porque Ábrego se niega a verse forzado a una declaración de culpabilidad en un caso que nunca debió haberse abierto», añadieron los abogados.
«Ha sido detenido por el ICE porque hay una orden de deportación a Uganda sobre él. Sus abogados han registrado una petición de habeas corpus en Maryland para intentar detener su deportación a Uganda», precisaron fuentes cercanas al caso del salvadoreño, que está acusado de supuesto tráfico de personas por el Gobierno estadounidense.
Presión para lograr un acuerdo de culpabilidad
El sábado, los abogados de Ábrego García explicaron en un documento judicial que el Gobierno estadounidense estaba amenazándolo con su deportación a Uganda para conseguir un acuerdo de culpabilidad que le permitiese ser deportado a Costa Rica, en su lugar.
Según una orden judicial anterior, Ábrego García debería contar con al menos 72 horas para responder a una posible orden de deportación.
El salvadoreño pasó casi tres meses en la prisión de máxima seguridad del CECOT en El Salvador tras ser enviado allí «por error», hasta que posteriormente fue llevado de regreso a EE.UU. en junio.
El viernes fue liberado de una cárcel en Tennessee, a la espera de que se desarrolle un juicio de cargos federales por tráfico de personas y un proceso de deportación, por no suponer una amenaza para la comunidad o estar en riesgo de huir.
La secretaria del DHS, Kristi Noem, reaccionó a la liberación refiriéndose a Ábrego nuevamente como «un monstruo» y al afirmar que su liberación es una muestra de «desprecio» por parte del juez a la «seguridad de los ciudadanos estadounidenses».
El Gobierno ugandés anunció a principios de esta semana que había llegado a un acuerdo con la Administración Trump para aceptar deportados de terceros países desde Estados Unidos.
En Baltimore, decenas de simpatizantes y la esposa de Ábrego, Jennifer Vásquez Sura, protestaron este lunes por la mañana frente al tribunal de inmigración con carteles de «Libertad para Kilmar» y organizaron una vigilia para apoyar al salvadoreño en su camino hacia el tribunal antes de que fuera de nuevo detenido.