Le Pen entierra las pocas opciones de Bayrou para superar el voto de confianza
INTERNACIONAL

La líder ultra exige a Macron la disolución «ultrarrápida» de la Asamblea
03 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El primer ministro galo, François Bayrou, ha seguido este martes con sus consultas de cara al voto de confianza al que se someterá el 8 de septiembre, día en el que se jugará su supervivencia política. Si el lunes los comunistas le dijeron que no cuente con ellos, ayer fue el turno de Marine Le Pen.
La líder de la Agrupación Nacional (RN) acudió al palacio de Matignon acompañada del presidente de su partido, Jordan Bardella, y repitió lo que ya había anunciado: que la única condición para que su partido dé el voto de confianza al Gobierno es que se oponga a Emmanuel Macron.
A la salida comentaron que «el milagro no se había producido», y que la entrevista con Bayrou no les había hecho cambiar de opinión. Le Pen pidió la «disolución ultrarrápida de la Asamblea Nacional» porque «es necesario que la nueva mayoría resultante de esas elecciones pueda construir un presupuesto para el país». Según la líder de la extrema derecha, «esa es la única solución democrática». También criticó el hecho de que Bayrou haya decidido consultar a las fuerzas políticas después de haber pedido el voto de confianza, y no antes, durante la elaboración de los presupuestos, pulsando él mismo «el botón del sillón eyectable».
Bardella insistió: «Cuanto antes volvamos a las urnas, antes tendrá Francia un presupuesto».
Se trata de peticiones lógicas sabiendo que los líderes del RN esperan imponerse en las próximas elecciones. Una encuesta de Ifop publicada ayer en Le Figaro indica que, en caso de disolución de la Asamblea y, por tanto, de nuevas legislativas, los lepenistas y sus aliados obtendrían entre el 32 y el 33 % de los votos en la primera vuelta frente al 25 % del Nuevo Frente Popular, en caso de que la izquierda decidiera presentarse de nuevo unida.
Bayrou también recibió ayer a Los Republicanos, que le propusieron que renuncie a una de sus propuestas más polémicas: la supresión de dos días festivos para reducir el peso de la deuda.
Macron convocó a los líderes de la coalición gubernamental para instarles a trabajar con el Partido Socialista y otras formaciones, dejando de lado a La Francia Insumisa y la Agrupación Nacional, para ampliar la base de apoyo con vistas a la moción de confianza. Todos los asistentes, entre quienes estaban Gabriel Attal, líder del partido macronista, Edouard Philippe (también antiguo primer ministro de Macron y presidente de Horizontes), y Bruno Retailleau, jefe de Los Republicanos y ministro del Interior, se pronunciaron en contra de la disolución de la Asamblea, y el presidente de la República les pidió «responsabilidad y estabilidad».
Nicolas Sarkozy no estaba invitado, pero eso no le impidió dar a conocer su parecer en una entrevista en Le Figaro. El expresidente presiona a Los Republicanos para que se distancien de Bayrou y dice que la única salida a la crisis política es la disolución. «No hay otra solución», insiste. Además acusa al primer ministro de ser responsable de la situación financiera que atraviesa el país porque en el 2007 votó por la candidata socialista, Ségolène Royal, y en el 2012 por François Hollande, en ambos casos para impedir, o al menos intentarlo, su victoria. «Presentarse hoy como el único que ha denunciado el endeudamiento de Francia me parece un poco atrevido», sentencia Sarkozy.