La segunda visita de Estado de Trump al Reino Unido deja arrestos y multitudinarias protestas

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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La casa real y el Gobierno británico despliegan toda la pompa para agasajar al incómodo y volátil aliado

18 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los meses de planificación que las autoridades británicas invirtieron para darle a Donald Trump un recibimiento espectacular estuvieron a punto de terminar en la basura. Pese al enorme despliegue de seguridad, unos sujetos proyectaron en los muros del castillo de Windsor un vídeo del hoy presidente de EE.UU. en una de las fiestas del fallecido pederasta Jeffrey Epstein, horas antes de que el mandatario se trasladara a la residencia real, donde tuvieron lugar la mayor parte de los actos de su segunda visita de Estado al Reino Unido.

Cuatro hombres, de entre 36 y 60 años, fueron detenidos y acusados de difundir «comunicaciones maliciosas», informó la policía. Horas después, otro grupo intentó pasar un furgón con una enorme foto de Trump y de Epstein cerca de la fortaleza, pero los agentes lo impidieron. Por su parte, a unos 40 kilómetros al oeste, en Londres, miles de personas participaron en una manifestación en contra de la presencia del presidente en el país.

Protestas contra Trump en Londres
Protestas contra Trump en Londres TOLGA AKMEN | EFE

Dentro de los muros del castillo, en cambio, todo salió según lo planeado, al menos según transmitieron las cámaras de televisión. Trump y su esposa, Melania, viajaron en carroza, pasaron revista a decenas de soldados uniformados de gala, y el famoso escuadrón de los Red Arrows (flechas rojas) de la Royal Air Force pudo hacer un vuelo sobre la fortaleza, pese al mal tiempo.

Los polémicos huéspedes también pudieron recorrer el interior del famoso castillo, incluyendo la capilla de San Jorge, donde colocaron una ofrenda ante la tumba de la fallecida Isabel II. Los reyes Carlos III y Camila agasajaron a los visitantes con regalos como una copia de la Declaración de Independencia de EE.UU. y la bandera británica que ondeó en Buckingham el pasado 20 de enero, día que Trump regresó a la Casa Blanca.