Trump manda tropas a Portland contra los «terroristas» de Antifa

J. Gómez Peña MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Agentes de inmigración, durante una protesta en Portland.
Agentes de inmigración, durante una protesta en Portland. John Rudoff | REUTERS

El presidente autoriza por primera vez el uso «de una fuerza total» para proteger las oficinas de Inmigración, donde se repiten los incidentes

27 sep 2025 . Actualizado a las 21:15 h.

En un paso más en su política de mano dura contra lo que llama «terrorismo doméstico», Donald Trump ordenó este sábado el envío de tropas a Portland, en el estado de Oregon. Y por primera vez autorizó «toda la fuerza, si es necesario» para proteger las instalaciones federales« de Inmigración de las protestas impulsadas por movimientos como Antifa. Este despliegue se suma a las medidas adoptadas contra la extrema izquierda tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk.

En tono bélico, el magnate aseguró que «Portland está devastada por la guerra». Ya había dicho que recurriría «al látigo para devolver las ciudades americanas a su ser». «A petición de la secretaría de Seguridad Interior, Kirti Noem, he ordenado al secretario de Guerra, Pete Hegseth, que proporcione todos los militares que sean necesarios para proteger a una Portland en guerra», difundió Trump en un mensaje en su cuenta en la red Truth Social, de su propiedad.

La decisión presidencial se centra en proteger las instalaciones de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas). Trump considera que están «bajo asedio de ataques de la organización Antifa (antifascistas) y de otros terroristas.» Esta semana, la Administración designó oficialmente a Antifa como un grupo terrorista doméstico, lo que supone un argumento legal que le permite actuar con mayor contundencia. Sin embargo, funcionarios del FBI cuestionan esta denominación porque se trata de un grupo sin estructura organizativa.

Desde el asesinato el 10 de septiembre de Charlie Kirk, tiroteado en un evento en la Universidad del Valle de Utah, el presidente republicano ha intensificado su campaña contra la «izquierda radical». Ya había desplegado la Guardia Nacional y Marines en servicio activo en Los Ángeles, Washington y Memphis, tres ciudades donde como en Portland gobiernan los demócratas. Ahora da un paso más.

El tiroteo ocurrido esta semana en Dallas (Texas) contra un centro del ICE, con un inmigrante muerto y otros dos heridos, ha dado argumentos al líder republicano para endurecer su respuesta a las protestas. El director del FBI, Kash Patel, mostró un cartucho de bala sin utilizar en el que se lee el mensaje Anti-ICE y aseguró que se había encontrado en el lugar de disparos.

La repetición de las manifestaciones e incidentes violentos -con varios agentes heridos- en los aledaños de las instalaciones de ICE en Portland han provocado la reacción del inquilino de la Casa Blanca. «Vamos a salir y hacer algo con esa gente», avisó antes de calificar a los manifestantes como «agitadores profesionales». Trump citó Portland como un ejemplo de anarquía y prometió tomar medidas contra los violentos. Ayer ordenó el envío de tropas.

El alcalde se opone

La tensión, como recuerda la cadena Euronews, escaló cuando los manifestantes erigieron una guillotina a principios de este mes. El Departamento de Seguridad Nacional describió esta acción como un «comportamiento desquiciado». Trump llegó a decir que estar en Portland era «como vivir en el infierno».

Al igual que en otras ciudades afectadas por la llegada de la Guardia Nacional, el alcalde de Portland, el demócrata Keith Wilson, rechazó categóricamente la medida: «Como otros alcaldes del país, no he pedido, y no necesito, ninguna intervención federal». Wilson defendió que su ciudad ha protegido la libertad de expresión de los ciudadanos mientras »aborda la violencia ocasional y la destrucción de propiedades«.

Trump ha hecho de la delincuencia un tema central de su Administración, pese a que las tasas de delitos violentos han disminuido en muchas ciudades estadounidenses. La presencia de tropas en urbes dirigidas por demócratas, como Los Ángeles y Washington, ha generado controversias legales y ha provocado protestas e incidentes, algunos violentos.