Dolor, rabia y esperanza en el segundo aniversario de los ataques de Hamás

Mikel Ayestaran, Zigor Aldama JERUSALÉN, MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Israelíes se reunieron en el recinto del festival Nova en Re'im para recordar a las victima en el segundo aniversario del 7 de octubre.
Israelíes se reunieron en el recinto del festival Nova en Re'im para recordar a las victima en el segundo aniversario del 7 de octubre. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Mientras las víctimas piden que se investiguen los errores de aquel día, Hamás exige garantías de que Netanyahu no volverá a la guerra una vez liberen a todos los rehenes

07 oct 2025 . Actualizado a las 22:26 h.

Justo había amanecido en el secarral israelí donde 3.500 personas estaban participando en el Festival Nova de Reim cuando la música paró de repente. «La primera reacción fue la de pitarle al DJ», recuerda Raffaela Treitsmann, una inmigrante brasileña afincada en Israel que acudió con su novio a la maratón musical. «Luego vimos la estela de unos cohetes que salían de Gaza, pero no le dimos mayor importancia porque estamos acostumbrados, sabemos cómo actuar y esperábamos que la Cúpula de Hierro los neutralizara. En ese momento, me hizo gracia pensar que solo en Israel un festival de música acaba con disparos de artillería», recuerda.

Treitsmann no podía saber aún que su vida iba a cambiar por completo aquel 7 de octubre de 2023, un fatídico día en el que 1.200 personas iban a perder la suya. La joven sobrevivió escondida entre los cadáveres de quienes se habían refugiado con ella, incluido el de su pareja. «Oía cómo se reían los terroristas», subraya «asqueada y dolida», convencida también de que los islamistas le han «robado la inocencia y la confianza en que suceda algo bueno en mi vida».

El lugar en el que Treitsmann se refugió está ahora empapelado con las fotografías de las víctimas. En los kibutz de los alrededores, muchos de los edificios siguen ennegrecidos por los artefactos con los que Hamás quemó vivos a sus habitantes u horadados por las ráfagas de ametralladora que dispararon contra quienes trataron de escapar de la barbarie. Hombres, mujeres y niños. Y donde 364 personas fueron acribilladas o acuchilladas poco después de concluir una noche de fiesta musical, hoy un bosque de recuerdos se encarga de que su historia no se olvide.

Allí es donde este martes, exactamente a las 6:29 horas de la mañana, familiares, amigos y conocidos de las víctimas se reunieron para rendirles homenaje con un minuto de silencio bañado en lágrimas. Pero en su recuerdo no hubo solo dolor. También estuvo presente la rabia. Rabia por las incógnitas aún no despejadas sobre lo que falló aquel día. «¿Dónde estaban los equipos de rescate? ¿Dónde estaba el Estado? ¿Cómo es posible que pasasen horas y nadie lograra salvarse?», se preguntaron las familias en un comunicado. «Dos años después aún no tenemos respuestas. Las investigaciones que se han llevado a cabo solo echan sal en la herida y arena en los ojos de las familias», criticaron, haciéndose eco de una incredulidad que también estuvo presente en las marchas que recorrieron las calles de Tel Aviv y de Jerusalén por la noche.

No obstante, y a diferencia de lo que sucedió hace un año, las 30.000 personas que se dieron cita en la principal ciudad israelí no escondieron también la esperanza que ha llegado con el plan de paz de Trump. Esperanza de que sus seres queridos, aún rehenes de Hamás, puedan ser liberados.

En las garantías está la clave

No en vano, las ceremonias se celebraron con un ojo puesto en Egipto, donde la negociación indirecta entre Israel y Hamás para poner fin a la guerra más larga que ha librado el Estado judío en su historia avanza y entra en su momento decisivo. Porque contará a partir de hoy con la presencia de los enviados de Estados Unidos, Steve Witkoff y Jared Kushner.

Los medios israelíes aseguraron que esta jornada estuvo marcada por la exigencia de Hamás de garantías de que Benjamín Netanyahu no volverá a la guerra una vez liberen a todos los rehenes. Los islamistas tratan de vincular esta liberación con el resto de puntos establecidos por Donald Trump, mientras que Israel lo ve como una primera fase.

La atmósfera positiva que transmitieron las delegaciones el lunes comenzó a moderarse con el avance de las conversaciones, pero esta sigue siendo la gran oportunidad para detener la guerra ya que cuenta con la determinación del presidente estadounidense. Fuentes egipcias declararon al diario saudí Asharq Al Awsat que, de mantenerse la «atmósfera positiva», lo más posible es que «se alcance un acuerdo preliminar este mismo jueves o el viernes, que será anunciado por Trump. Si surgen obstáculos, la decisión final podría extenderse hasta el próximo domingo a más tardar», apostillaba.

El portal Axios aseguró que Witkoff y Kushner tienen la orden de no abandonar Egipto hasta que cierren el acuerdo y, citando a funcionarios estadounidenses, señaló que Netanyahu «hizo un trabajo excelente. La presión militar fue crítica para hacer que Hamás sea más pragmático, pero ahora debe entender que ha llegado el momento de un acuerdo». Y para poder poner en marcha el intercambio de presos por rehenes es imprescindible un alto el fuego que no llega a la Franja. Pero los bombardeos siguen y el Ejército mantiene sus posiciones, sin plantearse por ahora retroceder a las líneas marcadas por Estados Unidos.