María Corina Machado gana el Nobel de la Paz y deja sin palabras al chavismo

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

María Corina Machado, durante la manifestación del 9 de enero en Caracas
María Corina Machado, durante la manifestación del 9 de enero en Caracas EUROPAPRESS

La Casa Blanca critica que el jurado «anteponga la política a la paz»

11 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es un carajazo». La muy venezolana reacción desde su exilio en España de Edmundo González Urrutia —excandidato y, según la evidencia disponible, presidente electo de su país— a la concesión del Premio Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado, su valedora política y lideresa de la oposición venezolana, representa bien la sorpresa que significó para gran parte de sus compatriotas la obtención del premio más importante de la Academia sueca.

«Carajazo» significa algo sorprendente, duro e inesperado. Y tanto lo fue para el régimen de Nicolás Maduro, que ocho horas después de la concesión del galardón aún no había respondido de forma oficial. La radio y la televisión venezolanas, totalmente censuradas, también ignoraron el premio, pero las redes sociales, especialmente X, ardieron. Y el venezolanismo #Carajazo era la etiqueta más utilizada para definirlo.

La Academia sueca destacó el «incansable trabajo en favor de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia» de María Corina Machado. «Como líder del movimiento democrático en Venezuela, representa uno de los ejemplos más extraordinarios de valentía civil en América Latina en los últimos tiempos», señala el texto de su designación.

La dirigente, a su vez, indicó en la videoconferencia en la que le anunciaron el galardón: «Es algo que merece el pueblo venezolano (...) yo soy parte de un movimiento masivo. Estoy honrada y agradecida por este reconocimiento y por ser parte de lo que está pasando en Venezuela hoy (...) Aún no puedo creer que esto sea cierto», dijo, con voz quebrada por la emoción.

Luego, al anunciar en su cuenta de X la obtención del Nobel, Machado tuvo palabras de agradecimiento para el presidente de EE.UU., Donald Trump, a quien su Gobierno estaba impulsando muy fuertemente para obtener el premio, aunque fue designado extemporáneamente. La primera reacción de la Casa Blanca fue criticar al comité del Nobel por anteponer «la política a la paz».

Trump, por su parte, respondió republicando el mensaje de Machado en Truth Social, y, según Bloomberg, llamó a la dirigente para felicitarla por el premio, en momentos en que la tensión entre EE.UU. y Venezuela es máxima por la presencia de la Armada norteamericana en el sur del Caribe y el bombardeo de al menos cinco supuestas narcolanchas.

A sus 58 años, Machado, perteneciente a una de las familias más acaudaladas de Venezuela e ingeniera de profesión, ha sido dirigente política de centroderecha durante los últimos 25 años, y en el 2024 lideró el movimiento que llevó a las elecciones del 28 de julio, en las que Maduro se arrogó el triunfo sin presentar evidencias.

Desde enero se encuentra en la clandestinidad. Según Diosdado Cabello, número dos del chavismo y ministro del Interior, vive en la embajada de EE.UU. en Caracas, que dejó de prestar servicios en el 2019. Sus críticos la acusan de «solicitar una intervención extranjera en Venezuela», y Maduro la llama «la Sayona», en referencia a la leyenda popular de un supuesto espíritu que se aparece por las noches en los llanos venezolanos.

En general, la izquierda latinoamericana ha hecho caso omiso (o se ha burlado abiertamente) del galardón a Machado, quien, sin embargo, ha recibido la felicitación de Barack Obama, ganador del premio Nobel de la Paz en el 2009 y en las antípodas ideológicas de Trump; y de Yulia Navalnaya, viuda del político ruso Alexéi Navalni, que también estaba postulada al premio. Según el líder ruso Vladimir Putin, aliado de Maduro, el Nobel de la Paz «se ha entregado a veces a personas que no han hecho nada por la paz» lo que «ha dañado el prestigio del premio».

El premio alienta a PP y Vox en sus críticas a Sánchez por «blanquear» a Nicolás Maduro

m. Á. a.

La concesión del premio Nobel de la Paz a María Corina Machado ha supuesto un espaldarazo a la oposición antichavista en España, especialmente en un momento en el que Venezuela llevaba meses relegada a un segundo plano en los mentideros políticos españoles, más centrados en Gaza o Ucrania. Además, el galardón ha empoderado a PP y Vox en sus acusaciones al Gobierno de Pedro Sánchez de «blanquear» al régimen bolivariano.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, mostró su «alegría» por la noticia y denunció el silencio de Sánchez ante el galardón que, según dijo, «los ha puesto ante el espejo de su infamia», mientras que el líder de Vox, Santiago Abascal, calificó el premio de «castigo» al presidente del Gobierno.

El Ejecutivo, a través del ministro de Justicia, Félix Bolaños, recordó que España «trabajó intensamente» para que María Corina Machado fuera liberada cuando estuvo en prisión. «España es un país comprometido con los derechos humanos», se limitó a señalar sobre una cuestión que sigue siendo espinosa.

De hecho, en Podemos, censuraron la decisión del comité del Nobel acusando de «golpista» a la premiada. «La verdad es que para darle el Nobel de la Paz a Corina Machado que lleva años intentando dar un golpe de Estado en su país, se lo podrían haber dado directamente a Trump o incluso a Adolf Hitler a título póstumo», dijo Pablo Iglesias.