Londres negocia con Kosovo la creación de centros de acogida de inmigrantes rechazados
INTERNACIONAL
 
	
											Londres acoge este año la cumbre del Proceso de Berlín, un mecanismo destinado a acelerar la integración europea de los Balcanes occidentales. Como organizador del evento, el Gobierno de Keir Starmer enfocó esta edición en la lucha contra el tráfico de personas hacia su territorio. El asunto más polémico está siendo la negociación entre el Reino Unido y Kosovo para crear, en territorio kosovar, los llamados «centros de retorno» para inmigrantes rechazados.
Esta medida, espejo del acuerdo entre Albania e Italia y que evoca al polémico intento de los anteriores Gobiernos conservadores de crear dichos centros en Ruanda, cuenta con el visto bueno del primer ministro kosovar en funciones, Albin Kurti. «Queremos ayudar al Reino Unido, es nuestro deber político y de amistad», declaró Kurti. Más allá de los motivos fraternales, Kosovo obtendría a cambio inversiones en seguridad, inteligencia y equipamiento para hacer frente a amenazas procedentes de Serbia y Rusia.
Bosnia y Albania han rechazado acoger estos centros. El primer ministro albanés, Edi Rama, se mostró especialmente duro con la propuesta al afirmar que el Ejecutivo británico «busca lugares donde deshacerse de inmigrantes». El Gobierno de Montenegro, por su parte, está abierto a la idea a cambio de una inversión significativa en infraestructuras, principalmente ferroviarias.
Starmer ha hecho de la inmigración irregular uno de sus asuntos principales para tratar de frenar a Reform UK, el partido de Nigel Farage líder en las encuestas. En los últimos años, Londres ha firmado acuerdos con Albania, Kosovo, Serbia y Macedonia del Norte en su lucha por «detener los botes».