Los liberal progresistas ganan las elecciones en los Países Bajos y desbancan a Wilders, según los sondeos

José G. Satanlla LOVAINA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Seguidores del liberal progresista D66 celebran los resultados que adelantan los sondeos a pie de urna.
Seguidores del liberal progresista D66 celebran los resultados que adelantan los sondeos a pie de urna. Piroschka Van De Wouw | REUTERS

Frans Timmermans deja el liderazgo de la alianza entre socialdemócratas y verdes tras quedar en tercer lugar

29 oct 2025 . Actualizado a las 22:47 h.

Cambio radical en el panorama político de los Países Bajos. Los sondeos a pie de urna sitúan al liberal progresista D66 como el partido más votado en las elecciones anticipadas de este miércoles, pasando de 9 a 27 diputados de los 150 que componen el Parlamento neerlandés. Un aumento superior al que le daban las últimas encuestas, impulsado por la buena imagen de su líder, Rob Jetten, que afronta ahora la complicada tarea de formar gobierno.

El gran perdedor es Geert Wilders y su formación de ultraderecha, Partido de la Libertad (PVV), al perder doce escaños (de 37 pasa a 25). A pesar de seguir teniendo un amplio apoyo, no sería imprescindible para formar gobierno como sí lo fue tras los comicios del 2023. Los analistas achacan el retroceso del líder ultraderechista al enfado por provocar la caída del Ejecutivo de coalición, al que se llegó tras una larga negociación de 223 días.

Wilders reconoció que ha sufirdo «una pérdida importante», aunque aseguró que la formación «sigue siendo una de las más grandes del país» y prometió continuar en la política «hasta los ochenta años».

La ruptura de la coalición no solo castiga al PVV. Los otros tres grupos que la conformaban pierden representación. El liberal VVD, liderado por Dilan Yesilgöz (sucesora de Mark Rutt), pierde un diputado (de 24 pasa a 23 ) al igual que el partido de los granjeros BBB, (de 4 a 3). Y el centrista NSC se queda sin representación tras perder los veinte escaños logrados hace dos años.

Otra sorpresa es la caída de la alianza de socialdemócratas y verdes (GL/PvdA), liderada por el exvicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans. Se esperaba que mantuviesen sus 25 diputados, pero finalmente se quedan en 20. Nada más conocerse los resultados, Timmermans anunció su dimisión: «Asumo la responsabilidad y doy un paso atrás. Pasaré el liderazgo a una nueva generación». Acaba así su aventura de dejar Bruselas para intentar gobernar su país.

El mayor beneficiado de la caída del NSC es el democristiano CDA, que remonta hasta los 19 escaños desde los cuatro que consiguió en los anteriores comicios, en el que fue el peor resultado de su historia. Parece que los electores han regresado a la fórmula original, pues NSC nació como una escisión de la formación que ahora lo fagocita. Entre el resto de partidos destaca la extrema derecha de FvD, que duplicaría sus escaños pasando de tres a seis, y la formación de los pensionistas 50+ regresaría al Parlamento con dos diputados.

La jornada ha transcurrido sin más inconvenientes que el tiempo frío y lluvioso que acompaña al Benelux en esta época del año. La participación a las 19.45 horas era del 65 %, un punto inferior a la de las pasadas elecciones en la misma hora. El primer ministro en funciones, Dick Schoof, votó en La Haya con esperanza de que la formación del nuevo Ejecutivo sea rápida, ya que quiere «hacer la maratón de Sídney el verano que viene y hay que entrenar». Otro suceso peculiar ocurrió en Ámsterdam cuando la líder del VVD, Dilan Yesilgöz, acudió a votar con su perro, el cual fue directamente a morder un micrófono de la cadena RTL.