El Gobierno de EE.UU. retoma lentamente la normalidad tras el cierre más largo de su historia

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

El proyecto de ley que pone fin al cierre de Gobierno entró en vigencia con la firma de Trump.
El proyecto de ley que pone fin al cierre de Gobierno entró en vigencia con la firma de Trump. Kevin Lamarque | REUTERS

La financiación queda asegurada hasta el 30 de enero, cuando se producirá la próxima pelea presupuestaria. Los demócratas salen mal parados de su primer gran duelo con el presidente

13 nov 2025 . Actualizado a las 22:46 h.

El Gobierno de Estados Unidos empezó a reactivarse este jueves con un suspiro colectivo de alivio, tras el cierre parcial más largo de su historia: cuarenta y tres días, en los que casi dos millones de trabajadores federales quedaron suspendidos sin trabajo ni sueldo. Al filo de las diez y media de la noche hora local, Donald Trump estampó su firma sobre la ley de presupuestos aprobada poco antes en la Cámara de Representantes, que aportó los fondos para que la maquinaria federal inicie el regreso a la normalidad.

La financiación queda asegurada hasta el 30 de enero del 2026, cuando se producirá la próxima pelea presupuestaria. El Partido Demócrata sale mal parado del primer gran duelo de este mandato con el presidente, tras haber claudicado sin conseguir la extensión de los subsidios médicos que buscaban. Trump se ha encargado de cincelar esa humillación durante la firma televisada desde el despacho oval, al culparles de los trastornos vividos en el país durante estas siete semanas. Al tacharles de «locos» y «radicales», arremetió contra la reforma sanitaria de Barack Obama y les acusó falsamente de querer «gastar miles de millones» en cobertura médica para inmigrantes sin papeles.

Lo que los demócratas defendían era la extensión de los subsidios médicos que expiran a final de año, sin los cuales 15 millones de estadounidenses podrían quedarse sin seguro médico al no poder permitírselo. Según el senador Bernie Sanders, entre eso y la reducción del seguro de beneficencia conocido como Medicaid, 50.000 personas morirán cada año por falta de atención sanitaria.

Exige el fin del filibusterismo

Para evitar que los demócratas puedan volver a poner en jaque su Administración, Trump pide el fin del filibusterismo, la regla que obliga a aprobar los presupuestos con mayoría absoluta de 60 votos en el Senado, cuando su partido solo dispone de una mayoría simple de 53. «Espero que todos podamos estar de acuerdo en que el Gobierno federal no debe cerrar nunca más».

El paquete aprobado obliga a readmitir a todos los empleados despedidos desde el 1 de octubre y garantiza el pago retroactivo de los salarios no recibidos. Algunas áreas podrán acelerar la vuelta a la normalidad, como las ayudas alimentarias de las que dependen 42 millones de estadounidenses y que Trump había reducido durante el cierre. Otras, como los aeropuertos colapsados por falta de controladores y personal de seguridad, tardarán un poco más en recuperar el ritmo.

Lo que ha sido inmediato es la politización: «No olviden esto cuando lleguemos a las legislativas, no olviden lo que han hecho a nuestro país», pidió Trump. Según una encuesta de Reuters-Ipsos tomada antes del acuerdo para reabrir el Gobierno, el 50 % de los estadounidenses responsabilizaba al Partido Republicano por el cierre, mientras que el 47 % hablaba de culpa demócrata. El desgaste que sufrirá la oposición por haber infligido tanto daño a los funcionarios sin obtener nada a cambio la pagará el establishment en las primarias del partido, donde las bases claman por un cambio para hacer frente al autoritarismo de Trump.  

El cierre le ha costado a la economía del país unos 15.000 millones de dólares semanales, pérdidas que representarían entre el 1 y 1,5 % del PIB.