Zelenski cesa a los ministros de Energía y Justicia por un escándalo de corrupción

La Voz COLPISA / EFE

INTERNACIONAL

Zelenski y el ya exministro Galushchenko (centro), en una visita a la central nuclear de Khmelnytskyi el pasado febrero.
Zelenski y el ya exministro Galushchenko (centro), en una visita a la central nuclear de Khmelnytskyi el pasado febrero. Gleb Garanich | REUTERS

El empresario Timur Mindich, amigo del presidente, es el supuesto líder de la trama de sobornos millonarios a contratistas de la empresa pública de energía atómica, Energoatom.

12 nov 2025 . Actualizado a las 19:01 h.

Los esfuerzos de Ucrania por luchar contra la corrupción —una de las demandas que le hace la Unión Europea para su adhesión— se han visto enturbiados por un nuevo escándalo que salpica directamente a las más altas esferas y al círculo más próximo a Volodímir Zelenski. Por orden del presidente, los ministros de Justicia, German Galushchenko, y Energía, Svitlana Grinchuk, han sido cesados este miércoles después de conocerse su presunta implicación en una red de sobornos millonarios en el sector energético.

A la vez, el Gobierno ucraniano inició, también por orden de Zelenski, el proceso para sancionar al empresario Timur Mindich, supuesto líder de la trama que, según los órganos anticorrupción del país, obtuvo en plena guerra al menos 100 millones de dólares (unos 86,4 millones de euros) en comisiones a empresas contratistas de la compañía pública de energía atómica, Energoatom.

Según dijo el martes un representante de la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAP) en el tribunal, Mindich ejercía influencia directa sobre Galushchenko cuando este dirigía Energía y sobre el entonces ministro de Defensa, Rustem Umérov.

Según medios ucranianos, Mindich —que salió del país horas antes de que los órganos anticorrupción empezaran los registros el lunes— es amigo de Zelenski y propietario del 50 % de la productora audiovisual Kvartal 95, fundada por el ahora presidente en sus tiempos de actor.

Los ceses tienen lugar dos días después de que estallara el caso, que ha indignado a una población que soporta prolongados apagones diarios en muchos rincones del país y que se asoma a otro delicado invierno por los ataques rusos contra este tipo de infraestructuras.

Adjudicación a firmas privadas

La Oficina Anticorrupción de Ucrania (NABU) destapó el escándalo a principios de semana tras una investigación que apunta a la existencia de una trama que obtuvo, como mínimo, 100 millones de dólares en comisiones por contratos que una filial de la compañía pública de energía nuclear, Energoatom, adjudicó a firmas privadas. Galushchenko habría participado en esta red durante su etapa como ministro de Energía, un cargo que ocupó desde abril del 2021 hasta el pasado verano, período en el que asistió al estallido de la guerra y su impacto en las instalaciones energéticas del país.

German Galushchenkoa, de 52 años, ya había sido señalado anteriormente por el nombramiento de personal con poca transparencia y su creciente influencia en el sector energético ucraniano. «Me defenderé en el ámbito legal y demostraré mi postura», ha subrayado tras comunicarse su cese. Galushchenko no es la única persona presuntamente implicada en la trama de sobornos, en la que habrían participado otros altos funcionarios. En total, las autoridades han acusado a siete personas en este caso.

El presidente ucraniano goza de una gran popularidad desde el inicio del conflicto en febrero de 2022. Pero otros casos lo han puesto en la diana y le han valido a su equipo acusaciones de usar el sistema judicial para silenciar a críticos.

Volodímir Zelenski ha hecho de la lucha contra la corrupción una de sus banderas —entre críticas, por ejemplo, por el intento de controlar la NABU hace unos meses— de cara a la incorporación de Kiev a la UE. La Comisión Europea exigió hace solo unos días a la exrepública soviética que acelerara sus reformas para acabar con esta lacra si quiere formar parte del bloque comunitario. El proceso de adhesión, que la invasión rusa no ha logrado frenar, será largo y no se prevé que la negociación termine antes de finales del 2028, la última fase antes de que el ingreso se someta a votación y se apruebe, algo que no está claro en el escenario actual pues Hungría se opone a la entrada de Ucrania.