El presidente promete revocar «millones» de visados y dejar sin ayudas federales a los ciudadanos no estadounidenses tras el tiroteo en Washington
28 nov 2025 . Actualizado a las 21:43 h.El tiroteo cometido por un afgano de 29 años contra dos jóvenes miembros de la Guardia Nacional en Washington D.C. ha dado alas a Donald Trump para endurecer aún más su política migratoria. El presidente de Estados Unidos avanzó la noche del jueves que suspenderá de forma permanente «la migración desde todos los países del tercer mundo» y amenazó con revocar «millones» de visados concedidos a extranjeros por la Administración Biden. El objetivo, aseguró en una airada publicación en redes sociales, es que «el sistema estadounidense se recupere por completo».
El inquilino de la Casa Blanca anunció esta nueva escalada en su campaña antiinmigración poco después de confirmar la muerte de Sarah Beckstrom, la militar de 20 años que el miércoles, junto a su compañero de patrulla Andrew Wolfe, de 24, se convirtieron en blanco de los disparos de un ciudadano afgano. El atacante, Rahmanullah Lakanwal, que resultó herido en el tiroteo, vivía desde el 2021 en Estados Unidos, a donde llegó tras la retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán. Allí colaboró con la CIA, un trabajo que, según su entorno, le habría dejado secuelas psicológicas.
«Mi niña ha pasado a la gloria. Si no hablo contigo, no te ofendas, ha sido una tragedia horrible», afirma en un mensaje el padre de la agente, Gary Beckstrom. Su compañero sigue en estado crítico. Tras este fallecimiento, Lakanwal se enfrentará a la pena de muerte, tal y como advirtió la fiscal federal de Washington DC, Jeanine Pirro.
La investigación no ha logrado todavía determinar qué llevó a Lakanwal a abrir fuego contra la Guardia Nacional en Washington, aunque las autoridades definieron lo ocurrido como una «emboscada» y el FBI lo analiza como un caso de terrorismo internacional. «Quizás este hombre estaba molesto porque no podía cometer delitos», sugirió Trump, que en agosto envió a los militares a Washington tras calificarla como la capital del crimen.
Lista negra de países
El presidente insistió en la necesidad de «lograr una reducción significativa de poblaciones ilegales y problemáticas» y entre las medidas para lograrlo apuntó al fin de las ayudas federales a ciudadanos que no sean estadounidenses. Cualquier extranjero que represente un riesgo para la seguridad o que «no sea compatible con la civilización» será deportado, dijo. Una advertencia que no sonó a nueva.
Joseph Edlow, director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU., adelantó que se revisará el estado migratorio de todos los residentes permanentes procedentes de diecinueve países, entre ellos Afganistán, Venezuela, Cuba e Irán. «Solo la migración inversa puede resolver esta situación», avisó Trump.