Saber organizarse es el primer paso para alcanzar el éxito escolar
09 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.«Si quieres ahorrar energía y sacar el máximo provecho a tu esfuerzo, intenta ser lo más ordenado posible». Esta frase resume la idea que debemos transmitir a nuestros hijos si queremos fomentar el valor de ser una persona organizada. Aunque es posible que a más de uno le suene a anticuada esta cualidad, lo cierto es que cuando las cosas se hacen de manera sistemática y ordenada conseguimos que aumenten la satisfacción personal, la autoestima y el rendimiento en cualquier tipo de tarea. También es importante reconocer que no todos tenemos la misma predisposición personal: los hay que nacen con una tendencia natural al orden y al cuidado del detalle… mientras que otros tienden irremediablemente hacia el caos y la dejadez.
En todo caso, en los escolares esta característica debería traducirse en positivo en acciones concretas y variadas. Por ejemplo:
- Horarios de comidas y sueño fijos y razonables.
- Autonomía en hábitos de higiene personal (ducha, limpieza de dientes…).
- Habitación recogida y ordenada (ropa, juguetes, libros, dispositivos electrónicos…).
- Responsabilidad con la ropa (echar a lavar la sucia, doblar la limpia, colgar abrigos, mantener limpio el calzado…).
- Orden y cuidado del material escolar, libros de texto, material complementario...
- Mesa de estudio despejada y útiles escolares organizados.
- Descarte de objetos rotos o innecesarios. Por ejemplo, revisando el estuche para retirar lo que no funciona y reponer lo que hace falta.
- Utilización de planificadores mensuales y agendas.
- Puntualidad en la asistencia a clase y en las actividades extraescolares.
- Presentación ordenada y limpia de trabajos, libretas y exámenes (letra legible, márgenes, organización de espacios, uso de colores…).
Una buena idea para poner en práctica este curso es ayudarlos a llevar a cabo estas diez sencillas actuaciones cada tarde-noche:
1 Comprobar, con la ayuda de la agenda, que están hechas todas las tareas escolares y no va a haber sorpresas de última hora.
2 Preparar la mochila y asegurarse de que está guardado todo el material escolar, incluido el necesario para las actividades extraescolares.
3 Dejar listo el tentempié de media mañana en la propia mochila o al menos a la vista para no perder tiempo al día siguiente.
4 Para los días lluviosos conviene tener localizados el chubasquero, las botas de agua y el paraguas. Hay que prever que con mal tiempo se tarda más en realizar los trayectos al colegio (en coche, en bus o andando) para salir un poco antes de casa.
5 Ducharse por la noche y dejar la ropa preparada.
6 Dejar la mesa del desayuno puesta.
7 Programar el despertador con tiempo suficiente para ir con tranquilidad, sin agobios.
8 Irse a la cama a una hora razonable que asegure dormir las horas necesarias (entre 8 y 10 o incluso 11, si se trata de niños muy pequeños).
9 Prohibir las pantallas en el dormitorio (ni ordenador, ni móvil, ni tableta, ni televisor).
10 Fomentar un rato de lectura placentera (libros, tebeos, revistas…), y si es compartida mejor que mejor.
La agenda escolar: ¿útil o inútil?
La agenda es un objeto de gran eficacia si se utiliza de esta manera:
- Siempre está a mano, a poder ser sobre el pupitre (en clase) o sobre la mesa de trabajo (en casa). Los más pequeños pueden apuntar con lápiz o con bolígrafo borrable.
- Además del nombre del dueño de la agenda (una obviedad, pero muchas están sin él), debe apuntarse el horario semanal de clases, incluyendo las actividades extraescolares, los días de comedor… Las materias o actividades para las que haya que llevar material específico se pueden marcar con un asterisco para evitar olvidos.
- Hay que anotar con precisión toda la información importante, sobre todo al principio. Así, en vez de poner «Examen lengua» es preferible concretar: «Examen de preguntas cortas de lengua, temas 1 y 2. Llevar libro y libreta a casa».
- Si la tarea consiste en estudiar, hay que especificar si hay que aprenderse de memoria todo o solo una parte (los recuadros resumen, por ejemplo). Las dudas que uno se pueda encontrar a la hora de poner por escrito esta información hay que resolverlas levantando la mano y preguntando al profesor. ¡No se va a enfadar porque sus alumnos muestren interés en hacer las cosas bien!
- Se van tachando o marcando las tareas que ya están hechas.
- Una vez realizadas todas las tareas que estaban apuntadas, hay que revisar que no quede ninguna pendiente. Y guardar todo el material (libros, libretas, estuche…) en la mochila, incluida la agenda.
La agenda es un trasto inútil si…
- Se queda olvidada al fondo de la mochila.
- No se apuntan las tareas y deberes que hay que hacer.
- Se anota en el día equivocado.
- Se escribe con letra ilegible o de forma tan sintética que no se entiende.
- Se anotan las páginas con los ejercicios que hay que hacer, pero no se apunta la asignatura.
- Se arrancan hojas de vez en cuando.
- Se queda olvidada en casa.
- Se anota correctamente, pero luego se olvida llevar el material de estudio a casa.
- No se utiliza nunca porque piensan: «Total, mi madre ya pregunta en el grupo de wasap».
Escuela de familias
? TEMA DEL MES: Organización del curso escolar.
? ETAPA: Infantil, primaria y secundaria.
? LA FRASE: «Una habitación caótica es el reflejo de una mente caótica. Una habitación ordenada, por el contrario, aumenta el bienestar, la confianza y la capacidad de tomar decisiones» (Marie Kondo).
? COMPORTAMIENTOS QUE SE DEBEN EVITAR: Que no se responsabilicen del orden de su ropa, material escolar, juguetes… porque saben que los adultos acabarán encargándose.
? ALGUNAS CLAVES: Transmitirles la idea de que el orden es una cualidad que da ventaja al que la posee.
? PARA SABER MÁS: «El arte de ordenar para niños, versión Montessori», en la web Pequefelicidad: https://cutt.ly/Retmtx6