No te tomes un omeprazol para proteger el estómago: «No solo es ineficaz, sino que puede ralentizar la digestión»
EL BOTIQUÍN
Los efectos adversos de esta medicación superan con creces sus beneficios si la tomamos en el contexto de una comida abundante, ya que no ha sido diseñado para este fin
31 dic 2024 . Actualizado a las 13:20 h.Turrones, canapés, roscón, polvorones, marisco, vino, sidra o cerveza. Las fiestas son una época en la que incluso quienes mantienen un patrón alimentario saludable durante el resto del año acaban por caer en algún que otro exceso. Esto, siempre que sea algo puntual, no supone un problema según los expertos. Lo que sí puede ser un riesgo es la costumbre, bien intencionada pero incorrecta, de querer proteger el estómago tomando omeprazol.
Este mal llamado protector de estómago es en realidad un fármaco que tiene un fin específico y unas indicaciones concretas. En este sentido, los farmacéuticos nos recuerdan, como todos los años, que el omeprazol no es efectivo para mejorar la digestión. «Se ha extendido la creencia errónea de que son protectores de estómago y de que, como tales, sirven para proteger este órgano ante situaciones que la población considera que son dañinas para él, como una comida copiosa, el consumo de alcohol o la toma de muchos medicamentos», observa Cristina Casado, coordinadora del Comité de Pacientes y Ciudadanía de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap). Sin embargo, su uso indiscriminado, lejos de beneficiarnos, puede poner en riesgo la salud.
Qué es el omeprazol y para qué se usa
El omeprazol es el más reconocido de los fármacos de la familia de los inhibidores de la bomba de protones (IBP). Al igual que otros medicamentos de este tipo, como lo son el lansoprazol, pantoprazol y esomeprazol, está diseñado para tratar condiciones específicas relacionadas con la acidez estomacal.
«El omeprazol, que es muy conocido y lo toma mucha gente, se conoce como un protector de estómago, pero, en realidad, no es un fármaco que haya que tomar para alivio sintomático después de comer. No es ideal para eso. El omeprazol está indicado para la prevención de lesiones de la mucosa gástrica en pacientes que toman antinflamatorios combinados con otros medicamentos, cuando hay ciertos factores de riesgo; no en todos los casos», afirma Sabela Carballal, miembro de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG).
Está indicado para tratar los síntomas como ardor, inflamación y dolor, que caracterizan a ciertas dolencias como el reflujo gastroesofágico, úlceras gástricas o duodenales. Se lo utiliza también como parte del tratamiento para erradicar la bacteria Helicobacter pylori. En determinados casos, este tipo de medicamentos es efectivo para prevenir daños causados por medicamentos gastrolesivos, como los antiinflamatorios o anticoagulantes, en pacientes con factores de riesgo, y para tratar el exceso de ácido en el estómago en enfermedades raras como el síndrome de Zollinger-Ellison.
Sin embargo, como subraya Casado, el omeprazol no es un antiácido ni un protector de estómago. Su mecanismo de acción consiste en reducir la producción de ácido gástrico, pero no crea ninguna capa protectora en la mucosa del estómago. De hecho, su uso sin indicación puede alterar el equilibrio natural del sistema digestivo y generar consecuencias negativas para la salud.
El mito del protector de estómago
A pesar de las recomendaciones médicas, la toma de omeprazol en previsión de los excesos navideños sigue siendo una práctica frecuente. Quienes lo consumen de esta manera, se basan en la idea de que este medicamento contribuye a prevenir la irritación gástrica causada por el alcohol o las comidas copiosas. «Mucha gente recurre al omeprazol y a otros IBP durante las fiestas navideñas, pero la realidad es que no sirve para protegerse de los excesos», sostiene Ana Blázquez, miembro del Comité de Pacientes y Ciudadanía de Sefap.
Esta creencia errónea también se ha visto reflejada en otras situaciones de la cultura popular. Hubo un tiempo en que se incluía omeprazol en kits de boda como un 'protector' frente a los excesos del banquete, práctica que ha ido desapareciendo gracias a las advertencias de profesionales de la salud. Sin embargo, el mito persiste, especialmente durante la época navideña, donde el abuso de alimentos y bebidas suele ser la norma.
«El alcohol tiene una acción irritante sobre la mucosa gástrica y omeprazol no evita esta irritación, ya que su mecanismo de acción es diferente. Y los grandes excesos en las comidas pueden producir indigestión o acidez, pero tomar omeprazol sin necesidad puede alterar la producción natural de ácido y la digestión», explica Blázquez en este sentido.
Por eso, las expertas señalan que esta medicación no es un antiácido en el sentido estricto. Como apunta Cristina Casado, el omeprazol no funciona con acción inmediata. Su efecto comienza a notarse a las cuatro a seis horas a partir de la ingesta y para obtener su máxima efectividad, se requiere entre dos y cuatro días de tratamiento diario:. En resumen, asegura la experta, «No está diseñado para molestias pasajeras».
Esto lo hace inútil para aliviar molestias momentáneas como la acidez tras una cena abundante. De hecho, Nina Villasuso, del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, subraya que «tomarlo antes de una comida no solo es ineficaz, sino que puede ralentizar la digestión, empeorando los síntomas».
En todo caso, podría ser mejor mejor optar por otros fármacos, aunque no todos son iguales. Villasuso remarca en este artículo que el Almax tampoco puede ser denominado como «protector de estómago», un término que suele utilizarse a pie de calle. «Es un agente alcalino que se mezcla con el ácido que has producido en exceso por una comida copiosa, por ejemplo. Lo contrarresta y neutraliza. Ahí sí que sería adecuado porque te lo tomas después de comer y hace efecto en unos minutos». La farmacéutica menciona otro nombre comercial popular: el Gaviscon. «También son sales de sodio y actúa de forma similar al Almax».
«Podemos tomar un Almax o un Gaviscón, que proporcionan alivio de forma puntual. El omeprazol, si tienes acidez durante varios días y vas a tomar muchos fármacos antiinflamatorios u otros que pueden provocar problemas digestivos como úlcera gástrica, lo puedes tomar. Pero si has comido mucho y te duele la barriga, no te va a servir», resume la doctora Carballal.
Efectos adversos
El uso de omeprazol para evitar las molestias del empacho no solo está desaconsejado por ser ineficaz, sino que puede exponernos a riesgos innecesarios. A corto plazo, su consumo inadecuado puede causar efectos secundarios como dolor de cabeza, diarrea, estreñimiento y náuseas. También se ha reportado dolor abdominal y sensación de hinchazón, lo que puede agravar el malestar digestivo.
En el largo plazo, las consecuencias pueden llegar a ser más graves. El uso prolongado de omeprazol puede alterar la microbiota intestinal, incrementando el riesgo de infecciones digestivas, y también puede llegar a reducir la absorción de nutrientes esenciales como calcio, magnesio y vitamina B12.
Según explica Blázquez, esto puede derivar en fracturas óseas, alteraciones musculares y cardíacas, y problemas de memoria, especialmente en personas mayores. Además, la reducción del ácido estomacal puede comprometer la capacidad del organismo para combatir infecciones, dejando a los pacientes más vulnerables a enfermedades gastrointestinales.
Cómo evitar las molestias gástricas
La mejor estrategia para prevenir molestias digestivas durante las fiestas no está en los medicamentos, sino en la moderación a la hora de comer y, sobre todo, de beber. «Comer despacio, moderar las raciones y evitar alimentos grasos, fritos o muy azucarados son medidas simples pero efectivas», aconseja Blázquez en este sentido. Esto no solo mejora la digestión, sino que también reduce el riesgo de acidez y otros síntomas muy frecuentes durante las comidas festivas.
En casos de acidez ocasional, como hemos mencionado, se pueden usar antiácidos como el Almax o las sales de frutas, que actúan de manera rápida y puntual. Medicamentos a base de bicarbonato también pueden ser útiles en estos casos. No obstante, antes de recurrir a estos fármacos, lo recomendable es consultarlo con un profesional de la salud para evitar interacciones con otros tratamientos que podamos estar tomando.
Mantener una buena hidratación y evitar el consumo excesivo de alcohol son otras dos grandes claves para cuidar el sistema digestivo. Hay que recordar que el alcohol no solo irrita la mucosa gástrica, sino que también puede provocar reflujo y aumentar la acidez, agravando los síntomas, sin mencionar todas las enfermedades a las que las investigaciones lo han asociado.