Los riesgos reales de tocarse los granos en el «triángulo de la muerte»

Macarena Poblete / U.R. LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

El peligro de explotar los granos en algunas zonas de la cara
El peligro de explotar los granos en algunas zonas de la cara

Aunque el acné es una afección común, esta región del rostro está conectada con estructuras intracraneales, lo que puede favorecer la propagación de infecciones serias

22 ago 2025 . Actualizado a las 13:01 h.

Un grano aparece, se inflama, incomoda. Y muchas personas, casi de forma instintiva, acuden al espejo y a las manos para eliminarlo. Pero manipular lesiones cutáneas no solo puede dejar marcas o manchas: en ciertos casos, aunque poco frecuentes hoy en día, las consecuencias pueden ser más graves si la lesión se localiza en una zona conocida como el «triángulo de la muerte».

El llamado «triángulo de la muerte» abarca el área comprendida entre el puente de la nariz y las comisuras de los labios. Se trata de una región con muchos vasos sanguíneos, donde las venas faciales no tienen válvulas y drenan directamente hacia el cráneo. Esa conexión explica por qué las infecciones localizadas en esta zona, aunque poco frecuentes, pueden extenderse y derivar en complicaciones graves. «Es una zona que está muy vascularizada, por lo que algún proceso inflamatorio infeccioso que se dé allí puede producir una trombosis de alguno de esos vasos importantes que están irrigando la zona», explica Yolanda Gilaberte, presidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

La dermatóloga señala que existe una conexión directa entre la zona nasal y el seno cavernoso, una estructura intracraneal: «Esa conexión puede hacer que si hay alguna infección, esta se propague hacia el seno cavernoso y cause complicaciones que pueden ser mortales», advierte Gilaberte. «La manipulación de lesiones sin duda puede provocar una inflamación e infección importante. Es un riesgo que no se corre si el acné está en la frente o la mejilla», agrega.

El dermatólogo Eduardo Fonseca, médico emérito del Servizo Galego de Saúde y antiguo jefe de Dermatología del Chuac, coincide en que este tipo de infecciones eran más comunes antes de la implementación de los antibióticos: «Eso era una cosa que pasaba ocasionalmente, pero hace muchos años. Hoy en día, con los antibióticos y demás, es más raro. Es una posibilidad remota, en general», sostiene.

Aun así, se han documentado casos de complicaciones graves derivadas del tratamiento de lesiones cutáneas en esta zona, como el de un hombre que experimentó parálisis facial parcial, por ejemplo.

Por qué no hay que tocar un grano en ninguna parte del cuerpo

El principal problema que se da al apretar una lesión de acné no suele ser la infección, sino la inflamación: «Lo que se produce es una reacción inflamatoria intensa por la liberación de ácidos grasos que son irritantes, pero generalmente no provoca una infección», indica Fonseca. Esta reacción puede derivar, con el tiempo, en lesiones más graves como quistes, hiperpigmentaciones o cicatrices. 

Además, el riesgo también aumenta al romper el equilibrio natural de la piel: «Cualquier manipulación que tú hagas va a provocar una inflamación que favorecerá el sobrecrecimiento de bacterias», como Cutibacterium acnes o Staphylococcus aureus, agrega la dermatóloga. A esto se suma el riesgo de introducir bacterias externas con las manos o incluso con productos contaminados.

«La microbiota vive en equilibrio con nuestra barrera de la piel. Si altero esa barrera o introduzco gérmenes de fuera, puedo romper ese equilibrio y provocar sobrecrecimientos bacterianos que acaben en una sobreinfección del folículo y de la zona adyacente», explica la dermatóloga.

Ambos especialistas coinciden en que la recomendación más importante es evitar la manipulación, sea donde sea. «No manipular las lesiones es lo más importante, porque es lo que más lleva a la formación de cicatrices», subraya Fonseca. Gilaberte también es tajante: «Yo lo desaconsejo por completo. Si uno manipula una lesión, va a tardar mucho más en resolverse», afirma la especialista.

Cómo tratar el acné de forma segura

El acné, recuerdan los expertos, es una enfermedad cutánea que debe abordarse con criterio médico. «Nunca está de más que, independientemente del grado que tenga un acné, sea evaluado por un especialista», apunta Gilaberte.

De todas maneras, la presidenta de la AEDV señala que, en los casos leves de acné, una higiene adecuada y el uso de productos específicos pueden ser suficientes. Subraya la necesidad de una limpieza apropiada, pero advierte contra la utilización de jabones muy fuertes que puedan eliminar la flora cutánea normal. Afirma que los productos dedicados a pieles acneicas son adecuados para esta función.

La clave está en identificar el tipo de lesión. Si predominan los comedones, pueden emplearse sustancias queratolíticas como el ácido salicílico o los retinoides. Si hay inflamación, se opta por antibióticos tópicos y antiinflamatorios como el ácido azelaico o la niacinamida, explica Gilaberte. Por su parte, el Dr. Fonseca coincide: «Si es realmente un problema médico, hay que utilizar medicamentos. Lo debe prescribir un médico», afirma.

Consejos básicos para tratar el acné de forma segura
  • No manipular las lesiones.
  •  Mantener una higiene adecuada con productos específicos.
  •  Evitar el uso indiscriminado de antibióticos y remedios caseros sin base científica.
  •  Consultar al dermatólogo ante brotes persistentes, inflamación o signos de infección.
  •  No dejarse guiar por recomendaciones no profesionales en redes sociales.

Uno de los errores más extendidos, especialmente entre los más jóvenes, es seguir consejos no profesionales. «Ahora eso es muy fácil en redes sociales, donde cualquiera da consejos sin que lo evalúe ningún experto», alerta Gilaberte. Hace un llamado a desconfiar de ese tipo de mensajes y siempre ponerse en manos de profesionales.

Entre las prácticas más preocupantes, la dermatóloga destaca el uso inadecuado de antibióticos como la eritromicina en toallitas, que genera resistencias, y productos sin aval científico promovidos por influencers.

Respecto a cuándo acudir a un especialista, Fonseca aconseja prestar atención a lesiones que «crecen mucho, que duelen o que hay evidencia de pus». Gilaberte añade que incluso en casos leves, una consulta nunca está de más: «Hay cremas que, sin ser medicamentos, ayudan en las primeras fases del acné. Pero una consulta nunca va a estar de más», enfatiza.