Federico Martinón, jefe de Pediatría del CHUS: «La vacuna contra la gripe funciona muy bien contra las formas graves de enfermedad»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

Federico Martinón, jefe del Servizo de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago.
Federico Martinón, jefe del Servizo de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago. SANDRA ALONSO

Con la vacunación frente a la gripe en colegios, el experto asegura que «Galicia una vez más es pionera y marca el camino en estrategias de prevención»

06 nov 2025 . Actualizado a las 17:18 h.

La temporada de gripes y otros virus respiratorios ya ha comenzado en Galicia y las estrategias para frenar su avance se han desplegado. El doctor Federico Martinón (Ourense, 1971) es uno de los mayores impulsores de la vacunación frente a la gripe a nivel gallego. El jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS) explica cómo proteger a los menores contribuye a la inmunización de toda la población y ofrece consejos acerca de cómo actuar ante la aparición de síntomas.

—¿Cómo describiría el panorama de la gripe esta temporada en comparación con años anteriores?

—Estamos muy por debajo de los picos habituales de los últimos años a estas alturas, aunque no quiere decir que no vaya a haber pico. La gripe no suele fallar a su cita. Según los últimos datos del sistema nacional de vigilancia, la incidencia en España ronda los diez casos por 100.000 habitantes, y Galicia se mantiene incluso por debajo de esa media, todavía en una fase muy inicial. Aquí solemos ir con unas semanas de retraso respecto al conjunto del país y, de momento, el número de positivos y de ingresos por gripe sigue siendo limitado. En comparación con años anteriores, el inicio está siendo más tranquilo, sin ese repunte precoz que vimos el año pasado, aunque previsiblemente, el incremento llegará conforme nos acerquemos a las fiestas de Navidad y a las primeras semanas de enero, que es cuando tradicionalmente se produce el pico en nuestra comunidad.

—¿Cómo está la situación actual en los centros sanitarios y qué podemos esperar en las próximas semanas?

—En este momento, los hospitales y los centros de salud gallegos están manejando bien la presión asistencial. Hay un aumento progresivo de infecciones respiratorias, no solo por gripe, pero no vemos una ola de gripe todavía. La mayor parte de los casos que estamos viendo ahora son cuadros leves o moderados, compatibles con virus respiratorios de otoño. Estamos preparados, no obstante, para el esperable crecimiento gradual de la actividad, con el pico principal probablemente a partir de finales de diciembre. La cobertura vacunal está ayudando a contener la gravedad y eso es lo que marca la verdadera diferencia: la vacuna contra la gripe funciona muy bien contra las formas graves de enfermedad.

—¿Qué papel está jugando en este sentido el programa piloto de vacunación en colegios este año?

—La campaña escolar de vacunación frente a la gripe es una de las grandes novedades de esta temporada en Galicia, así como la ampliación hasta los niños de once años. Galicia una vez más es pionera y marca el camino en estrategias de vacunación, con el calendario vacunal más completo del mundo. Por primera vez, la vacunación infantil se está realizando también dentro de los colegios. Lo importante es que al vacunar directamente en las aulas se consigue llegar rápidamente a más niños sin incomodar a las familias con desplazamientos. Es una vacuna sin agujas, un espray nasal, lo que lo hace muy sencillo. Pero el impacto de esta estrategia no se mide de un día para otro. Lo veremos más adelante, cuando aumente la circulación del virus. No olvidemos que la clave es estar vacunado antes de que empiece a circular el virus. Según los datos más recientes del Observatorio de Saúde Pública Galega, más del 36 % de los niños de cero a once años ya están vacunados, y las coberturas en mayores de 60 años superan el 24 % a comienzos de noviembre. Tenemos que lograr que todo el mundo se vacune para obtener el máximo beneficio.

—¿Qué síntomas están viendo con más frecuencia en niños y cómo pueden las familias distinguir la gripe de otros virus respiratorios?

—En pediatría estamos viendo sobre todo cuadros febriles agudos de inicio brusco, con fiebre alta, malestar general, tos y, en algunos casos, dolor de cabeza o de barriga, que son los síntomas típicos de la gripe. Pero conviven con otros virus respiratorios que pueden parecerse mucho. La gripe puede también tener presentaciones menos habituales, con afectación neurológica. A veces es imposible diferenciarlos sin una prueba diagnóstica, pero lo más relevante para las familias es la evolución clínica y el estado general del niño, más que el nombre del virus. Y estando vacunados, reducimos mucho las posibilidades de que esa infección tenga consecuencias graves.

—¿Cuándo se debe acudir al pediatra o al hospital, y cuándo basta con cuidados en casa?

—En la mayoría de los casos, los niños con gripe u otros virus respiratorios pueden manejarse perfectamente en casa con medidas sencillas. Si el niño está activo, bebe líquidos, la respiración es normal y la fiebre responde al tratamiento, no es necesario acudir al hospital. En cambio, se debe consultar con el pediatra si la fiebre dura más de 48 o 72 horas, si hay una tos que empeora, rechazo de la comida o el niño parece más decaído. Y es importante acudir al hospital cuando hay signos de alarma, como dificultad para respirar, hundimiento de las costillas al respirar, somnolencia, irritabilidad marcada o vómitos que impiden hidratarse. En esos casos no hay que dudar en acudir, porque pueden requerir observación o tratamiento específico.

—¿Qué recomendaciones daría en cuanto al manejo de síntomas en casa?

—Lo fundamental es mantener al niño bien hidratado, evitar el exceso de abrigo o de calefacción, limpiar la nariz con suero fisiológico en los más pequeños y controlar la fiebre con paracetamol o ibuprofeno en las dosis adecuadas para su peso. No hay que alternar los antitérmicos salvo indicación médica. También conviene que el niño descanse en casa hasta que lleve al menos 24 horas sin fiebre para evitar contagiar a otros compañeros. En general, con tiempo, líquidos y descanso, la mayoría de los niños se recuperan sin complicaciones.

—¿Qué medidas preventivas recomendaría a las familias para reducir el riesgo de transmisión?

—Además de la vacunación, que sigue siendo la medida más eficaz, hay hábitos sencillos que marcan una gran diferencia. Ventilar bien las aulas y las casas, incluso en invierno, es fundamental para renovar el aire. Lavarse las manos con frecuencia y cubrirse con la flexura del codo al toser o estornudar siguen siendo gestos muy efectivos. También es importante no llevar a los niños al colegio si tienen fiebre o síntomas respiratorios importantes, para cortar las cadenas de contagio. En los hogares donde conviven personas mayores o vulnerables, se recomienda usar mascarilla si alguien tiene síntomas y reforzar la higiene. Y, por supuesto, animar a todos los miembros de la familia que pertenecen a grupos de riesgo a vacunarse cuanto antes: los datos de cobertura en Galicia muestran que la campaña está avanzando bien, pero todavía hay margen de mejora.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.