Los betabloqueantes tras un infarto, a estudio con cuatro cardiólogos: «No siempre resultan útiles»

EL BOTIQUÍN

Una nueva investigación abre el debate sobre su uso generalizado después de sufrir un evento de estas características
02 sep 2025 . Actualizado a las 14:12 h.El abordaje del infarto de miocardio evoluciona y lo que tenía sentido hace décadas, deja de tenerlo a día de hoy. Los resultados del estudio REBOOT llevado a cabo por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en colaboración con la Sociedad Española de Cardiología (SEC), lo confirman. Se concluye que las personas que han sufrido un infarto de miocardio no complicado y que mantienen la función contráctil del corazón no necesitan ser tratados con betabloqueantes. Una práctica que se llevaba a cabo desde hace más de 40 años y que necesitaba ser revisada. Con todo, los expertos consultados y firmantes del estudio, llaman a la calma. Aún quedan cuestiones por resolver.
¿Por qué se realiza esta investigación?
Xavier Roselló, uno de los investigadores principales del estudio junto con Borja Ibáñez, científico visitante del CNIC y cardiólogo del Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, explica la intrahistoria del estudio: «Sabíamos que existían medicaciones cardíacas que se aplicaban desde hace años, con evidencia muy antigua». Tras un episodio de estas características, la función contráctil puede deteriorarse de forma significativa, moderada o mantenerse conservada. «Teníamos claro que si el corazón se quedaba severamente dañado, esta medicación funciona. Pero queríamos investigar las otras dos categorías de pacientes», amplía Roselló.
Se contacta con diferentes hospitales de toda la península (participando 109 de España e Italia), siendo Galicia una de las principales fuentes de pacientes: colaboraron el de A Coruña (Chuac), Santiago (CHUS), Montecelo (Pontevedra), Lugo (HULA) y Vigo (Chuvi). Solo el primero aportó 300 casos, según indica Óscar Prada, cardiólogo en ese centro y también firmante del estudio. «Hace décadas no había cateterismos, no se abrían las arterias coronarias obstruidas con stents, y tratamientos añadidos como antiagregantes, eran muy diferentes a los de ahora. Y ya hacía tiempo que teníamos nuestras dudas con respecto al uso generalizado de estos fármacos. La evidencia era antigua», sostiene.
¿Cuáles fueron los resultados?
«Hemos descubierto que la terapia con betabloqueantes es beneficiosa en pacientes que tienen una disfunción moderada, pero que no resulta útil en aquellos cuya función del corazón es normal», explica Roselló. Es decir, el efecto de esta medicación sería igual que el placebo: no provoca beneficios, pero tampoco complicaciones. «Pero dentro del análisis hay un subgrupo que llama la atención: las mujeres, que correspondían con un 20 % de los participantes. En ellas, estos fármacos podrían resultar incluso perjudiciales», apunta Carlos González Juanatey, jefe de servicio de Cardiología y responsable de investigación en el Hospital Lucus Augusti.
«La terapia con betabloqueantes es beneficiosa en pacientes con disfunción moderada, pero no en aquellos en los que es normal», Xavier Roselló Lozano, científico visitante del CNIC y uno de los principales autores del estudio
Concuerda con él su hermano, José Ramón González Juanatey, también cardiólogo y responsable de esta área en el CHUS, que además apunta a otro estudio danés que también se ha presentado estos días en el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología: «En mi opinión, los pacientes deben estar tranquilos porque hay otras dos investigaciones con las mismas características que ofrecen resultados no idénticos. No debemos ser excesivamente contundentes, sino matizar cada caso en particular». Además, expone «un dato que ya sabíamos»: «Los pacientes mayores de 60 o 65 años pueden no beneficiarse del tratamiento con betabloqueantes, pero sí hacerlo los más jóvenes, que tienen entre 40 a 60».
¿Por qué se pone la lupa en las mujeres?
En este análisis, tal como explica el jefe de Cardiología del HULA, «se pudo ver que las mujeres tenían un 1 % más en el riesgo global de mortalidad a los cuatro años de seguimiento con relación a los varones. En riesgo relativo, es mucho, un 45 %», amplía. Un resultado que derivará en una mayor investigación en este grupo concreto de población. «Es importante incluir a más mujeres en los ensayos clínicos, porque es una falta que se da no solo en cardiología, sino en muchas otras áreas, para tener una información mucho más robusta. Es probable que el efecto de algunos tratamientos sea diferente según el sexo», declara Prada.
«En las mujeres, que corresponden con un 20 % de los participantes del estudio, estos fármacos pueden llegar a ser perjudiciales», Carlos González Juanatey, jefe del servicio de Cardiología del HULA
¿Qué hago si tomo betabloqueantes?
Existen millones de personas tomando esta medicación en España y los cardiólogos llaman a la calma. Primero, porque se trata de una investigación que, aunque ayuda al manejo terapéutico de los pacientes, aún debe ser incluida en las guías de práctica clínica. «No se debe dejar el tratamiento bajo ningún concepto», exclama el cardiólogo del HULA, que sí aconseja consultar con el profesional que lleve su caso. Y en las mujeres, «es probable que no deban ser tratadas con betabloqueantes salvo que tengan insuficiencia cardíaca, porque hay sospecha de que les perjudica», sostiene José Ramón González Juanatey. Solo la evolución de la ciencia lo acabará confirmando.