Se trata de una patología respiratoria crónica y el cineasta contó que se debía al tabaquismo, ya que había empezado a fumar a los ocho años
17 ene 2025 . Actualizado a las 15:24 h.David Lynch, el visionario director de cine norteamericano, falleció este jueves a los 78 años. El autor de títulos como Twin Peaks y Mulholland Drive padecía un enfisema pulmonar, un tipo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, habitualmente conocida como EPOC. Desde hacía meses, dependía de bombonas de oxígeno y guardaba reposo en casa.
La afección llegó después de toda una vida de tabaquismo, adicción que el reconocido cineasta nunca escondió. Diagnosticado en el 2020, en agosto del 2024, profundizó en su estado de salud con una publicación en su cuenta de X —antes Twitter—: «Señoras y señores, tengo un enfisema debido a mis muchos años de fumar», comenzaba. «Debo decir que disfruto mucho fumando y me encanta el tabaco: su olor, encender cigarrillos, fumarlos, pero hay un precio que pagar por este disfrute, y el precio para mí es el enfisema», añadía.
En este mensaje, también decía que había dejado de fumar hacía dos años, unas pruebas habían revelado su enfermedad: «La buena noticia es que estoy en excelente forma excepto por el enfisema. Estoy lleno de felicidad y nunca me jubilaré», terminaba.
Fumador empedernido desde su infancia. Literalmente. Mientras crecía en las zonas rurales de Idaho y Washington —su padre era un científico de investigación forestal del Departamento de Agricultura— se llevó su primer cigarrillo a la boca con solo ocho años. Así se mantuvo hasta el 2022, cuando su estado de salud estaba ya al límite: «Apenas podía moverme sin jadear, dejarlo era mi única opción», compartió en una entrevista.
Lo había intentado muchas veces, contó en la revista People, pero cuando aparecía una complicación, «fumaba y era un viaje de ida al cielo», recuerda. «Luego, volvía a fumar otra vez».
Para conseguirlo, recurrió a una práctica de meditación trascendental. De hecho, meditaba dos veces al día e, incluso, constituyó una fundación orientada a esta disciplina. En la conversación con la revista estadounidense, admitía que era duro vivir con un enfisema: «Apenas puedo caminar por una habitación. Es como si estuvieras caminando con una bolsa de plástico alrededor de la cabeza», decía. Eso sí, se mantenía optimista.
La imagen artística de Lynch siempre estuvo ligada al tabaco. En una y otra fotografía no dudaba en aparecer fumando, al igual que sucedía en sus películas. A pesar de las evidentes consecuencias, no se arrepintió: «Fue importante para mí. Deseo lo que todo adicto desea: que lo que amamos sea bueno para nosotros». Con todo, esperaba que su experiencia sirviese de escarmiento para otros: «Pueden dejar estas cosas que los van a matar», apuntaba.
¿Qué es un enfisema?
El enfisema forma parte, junto a la bronquitis crónica, del espectro clínico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El enfisema consiste en una destrucción progresiva de las paredes alveolares, lo que tiene como consecuencia el atrapamiento de aire y la alteración en la mecánica ventilatoria e intercambio de gases.
Los alvéolos pulmonares son una especie de saquitos elásticos que se llenan de aire cuando una persona inhala, y se desinflan cuando expira. En esta afección, muchos de estos saquitos están dañados y otros han crecido de tamaño, lo que provoca que, para los pulmones sea más difícil el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.
Se suele englobar dentro del espectro de la EPOC, porque se define como una patología que hace que sea difícil vaciar el aire de los pulmones, debido a una obstrucción en el flujo. El término aglutina, así, varias condiciones que lo provocan: la bronquitis crónica, «cuando los bronquios se inflaman y se llenan de moco»; el enfisema, o una combinación de ambos.
¿Cuáles son los síntomas?
La respiración es algo inconsciente, pero las personas con enfisema —dice la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)— tienen fatiga incluso estando en reposo. Los síntomas precoces más frecuentes es la dificultad para respirar y la tos, pero a medida que la enfermedad avanza pueden aparecer otros como fatiga, alteraciones cardíacas, pérdidas de peso, problemas para dormir, así como sintomatología ansiosa o depresiva. Además, aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades respiratorias.
¿Cuáles son las causas?
El consumo de tabaco constituye la principal causa de enfisema en el mundo, y contribuye a su aparición en el 90 % de los casos. A su vez, puede haber desencadenantes como la exposición laboral o ambiental a humos, agentes químicos y polvos, el consumo de cannabis o la genética. «Está dañado el gen que regula la síntesis en las células del pulmón de una proteína, la 1 antitripsina, que hace en que los alvéolos del pulmón estén expandidos», comenta la SEMI.
¿Se puede curar?
La enfermedad es crónica, lo que significa que acompañará al paciente durante toda su vida. La medida más importante que la persona debe tomar es dejar de fumar si es que lo hacía. Si bien una vez que los daños están hechos, son irreversibles, el tratamiento farmacológico puede evitar o disminuir el avance del enfisema y aliviar los síntomas. En función de la gravedad, puede ser necesaria una bombona de oxígeno o la cirugía para disminuir el volumen del pulmón, una intervención en la que se extrae el tejido dañado.