Así es la «enfermedad devoradora de carne» que ha provocado las cicatrices de Àngel Llàcer

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Llàcer enseña las cicatrices de su pierna.
Llàcer enseña las cicatrices de su pierna. El Hormiguero | Antena 3

El actor sufrió una fascitis necrotizante, una infección grave que afecta a las partes blandas y que progresa muy rápidamente

13 feb 2025 . Actualizado a las 14:02 h.

Àngel Llàcer visitó ayer El Hormiguero y volvió hablar de los graves problemas de salud que ha superado a raíz de una infección bacteriana que sufrió durante un viaje de placer y que le llevaron a una situación límite a su vuelta a España. «Tuve una premonición de que me iba a morir», contó en el programa de Antena 3. Tras regresar de un viaje a Vietnam, Llàcer se fue a grabar un programa de Tu cara me suena, «con un dolor horrible» en la pierna. Fue dos días después, un jueves —el director de escena catalán comentó que los programas se solían grabar los martes—, cuando «me fui a hospital porque no podía más». Allí, le dicen que «esa pierna hay que abrirla» porque «estaba roja e hinchada» y el profesional médico no era capaz de descifrar el porqué.

En quirófano descubrieron que el actor estaba sufriendo una fascitis necrotizante o necrosante, la forma más grave de infección de partes blandas. Puede destruir los músculos, la piel y el tejido subyacente, y la palabra «necrosante» se refiere a algo que ocasiona la muerte del tejido corporal. «La bacteria entra en la sangre y ya está por el cuerpo. Yo tuve la suerte de que empezó por el gemelo, porque si empieza en otra zona me come cuatro órganos en tres horas». Llàcer incluso explicó cómo fue la intervención: «Abren, cogen todo lo que está podrido y me quitaron un 30 o un 40 % del gemelo». 

La «shigella», la bacteria de la que se contagió Àngel Llàcer

Todo empezó en un viaje a Vietnam, donde Àngel Llàcer se infectó con shigella. Según explica la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la shigella es un género bacteriano que puede infectar el aparato digestivo causando diarrea en los seres humanos. Los síntomas suelen aparecer de uno a siete días después de estar en contacto con la bacteria. El principal es la diarrea y puede variar desde una moderada a una disentería grave. «Esta última es una enfermedad infecciosa caracterizada por una inflamación del intestino, especialmente del colon, que produce una diarrea grave con presencia en las heces de moco, sangre o pus, dolor abdominal de tipo cólico, fiebre, náuseas y vómitos», explican desde la SEMI.

«La enfermedad generalmente se autolimita en una semana, produciéndose la desaparición progresiva de los síntomas hasta su resolución total», señala la SEMI. Añaden que el tratamiento antibiótico es eficaz porque acorta el período de excreción fecal de microorganismos y la duración de los síntomas, si bien algunas cepas de shigella pueden desarrollar resistencias a los antimicrobianos más habitualmente utilizados, por lo que no siempre resultan efectivos. 

La fascitis necrotizante

Pero la infección de Llàcer empeoró, derivando en la «enfermedad devoradora de carne», conocida en términos clínicos como fascitis necrotizante o necrosante. Son muchas las bacterias que pueden llegar a provocarla. Estas entran en el torrente sanguíneo, empiezan a multiplicarse y a liberar sustancias dañinas (toxinas) que destruyen los tejidos. Cuando esto sucede, los primeros síntomas incluyen una pequeña mancha rojiza y dolorosa en la piel que se extiende, una especie de hematoma doloroso que se desarrolla y crece de forma acelerada (el centro de vuelve oscuro y negruzco, después se vuelve negro y el tejido acaba muriendo) y, en ocasiones, la piel se abre y supura. 

Según los autores de Actualización en fascitis necrotizante, hay dos formas de fascitis necrosante: la polimicrobiana (que es la más frecuente); y la monomicrobiana (fundamentalmente secundaria a estreptococos) en pacientes inmunocompetentes. 

En cuanto al tratamiento, este debe ser inmediato para prevenir a muerte. Incluye antibióticos muy fuertes por vía intravenosa, cirugía para retirar el tejido muerto y medicamentos especiales (anticuerpos) para ayudar a combatir la infección. En algunos casos incluso puede ser necesario la amputación de alguna extremidad e injertos de piel. Si no se actúa a tiempo, la enfermedad avanza muy rápidamente y puede provocar la muerte en pocas horas. Así, el desenlace clínico depende de la prontitud del diagnóstico y del tratamiento, el tipo de bacteria causante de la infección, la velocidad a la que se propague la infección o la efectividad del tratamiento. Por lo que, tal como confesó él mismo en El Hormiguero, Llàcer tuvo «mucha suerte».